Un senegalés en calzoncillos – Airbnb en Nueva York
Airbnb en Nueva York: nos alojamos por primera vez en un departamento compartido alquilado a través de Airbnb que conseguimos casi a mitad de precio de lo que nos pedían los hostels y hoteles más accesibles de la ciudad. Es un antiguo edificio en la isla de Manhattan, en la calle justo donde termina, o comienza, depende de donde se mire, el enorme Central Park. El departamento posee tres cuartos, uno de ellos ocupado por sus propietarios, una simpática pareja de una francesa, un senegalés y uno de sus pequeños hijos; un comedor con una mesa y cuatro sillas, un buen sillón, un televisor de plasma grande y varios juguetes desparramados por el piso. En la cocina, un tanto pequeña, podemos cocinar lo que queramos y por supuesto utilizar la heladera y el resto de los electrodomésticos.
La mañana es fresca y primaveral, con destellos de sol que se filtran por las hendijas de la ventana de nuestro cuarto. Listo para empezar el día abro la puerta para ir al baño y todavía con el sueño en los ojos veo algo que primero me asombra y luego me arranca una sonrisa. El senegalés enorme, de dos metros de altura, de sonrisa franca se encuentra parado en el medio del living en calzoncillos, blancos, tipo boxers…con una plancha en la mano. Mientras le quita con toda meticulosidad cada arruga a su camisa de traje, tararea una canción que suena desde el televisor. Yo lo miro con cara de que lo estoy interrumpiendo, pero él me saluda con una mano y sigue con su tarea. Caro, que cuando le digo lo que acabo de ver no me cree, asoma un ojo por la puerta. El la alcanza a ver y también la saluda alegremente y continúa plancha que te plancha.
Todavia riéndonos, con la imagen del planchador en calzoncillos en nuestras retinas, nos dirigimos al subte camino a la zona del downtown con destino al mítico puente de Brooklyn. Nueva York es de esas ciudades que uno conoce aunque no haya estado nunca allí. Cada calle, cada esquina, cada edificio te remite a una pelicula o a una serie de televisión. De los Simpson a Friends, de CSI a las películas de Woody Allen, miles de historias flotan en el aire. Sin repetir y sin soplar como decía Silvio Soldán en Felíz Domingo, mientras caminamos, nos ponemos a recitar los films que recordamos que nos hicieron conocer la ciudad a la distancia: King Kong, El Padrino, Tootsie, Cocodrilo Dundee, Wall Street, Carlitos way, Martes 13 VIII, Hombres de Negro, El día después de mañana, Pandillas de Nueva York, Soy leyenda y muchas más. Salimos del metro en Chambers Station, el subte es cómodo y rápido, pero muchas de las estaciones están en muy malas condiciones. Pasamos el City Hall y encaramos hacia el puente. No es necesario preguntar nada ni a nadie, solo seguimos a las miles de personas que como nosotros van hacia allí. Encaramos hacia una pasarela que se abre en el costado izquierdo con lugar para peatones y bicicletas y por allí avanzamos.
A lo lejos podemos ver la estatua de la Libertad y del otro lado el puente de Manhattan. Son unos dos kilómetros de caminata por esa enorme masa de concreto, granito y cables de acero, con sus espléndidas torres neogóticas, una verdadera obra de arte de la ingeniería. Su construcción se inició en 1870 y finalizó 13 años después, en ese momento se convirtió en el puente colgante más grande del mundo. Andamos divertidos disfrutando de la vista entre una marea de idiomas de todos los lugares del planeta.
Al llegar al final, bajamos y nos sentamos en el parque a orillas del East River, desde allí se pueden ver las torres espejadas en la costa de Manhattan recortadas en el horizonte. Sobre el pastito hay familias comiendo, personas haciendo ejercicios y niños jugando. Brooklyn fue independiente hasta 1898 para luego convertirse en uno de los cinco condados que forman parte de la ciudad de Nueva York y además uno de sus más famosos.
Con mapa en mano andamos por el barrio llamado Dumbo (Down Under the Manhattan Bridge Overpass) zona que está en plena restauración con montones de obreros y gruas que trabajan en el reciclado de antiguos galpones y fábricas y rato después llegamos hasta Brooklyn Heights. Una zona tradicional, residencial y elegante con sus típicas casitas con escaleras de cemento y calles arboladas y silenciosas. En varias de las casas hay ventas de garage en donde se puede comprar de todo a buen precio.
Cuando está anocheciendo regresamos a Manhattan para cenar. Caminamos por calles en donde las vecinas charlan animadamente y en voz alta y los jóvenes pasan escuchando música en sus auriculares o hablando por celular. En las veredas se acumulan muebles, televisores, mesas y sillas, zapatillas y productos en perfecto estado, cada tanto pasa alguien y se lleva lo que le interesa. Ya les contaremos la historia de nuestros amigos que se armaron el departamento alquilando un camión y recogiendo lo que los neoyorkinos dejan/tiran en sus veredas. Tomamos por la Columbus Avenue, a la altura del Central Park West, a pocas cuadras de la Columbia University que visitamos con sus exquisitos jardines y antiguos edificios de piedra gris.
Nos sentamos a comer en un restaurante mexicano con mesitas en la vereda, banderitas de colores y un televisor de pantalla plana en donde pasan un partido de béisbol. En esa calle hay locales de comida de todas partes del mundo, italianos, chinos, tailandeses, japoneses, jamaiquinos, etíopes. Pedimos una porción de burritos, fajitas y nachos con queso y guacamole. También dos cervezas, entonces el mozo nos dice que le mostremos nuestros documentos para comprobar nuestra edad. Creemos que es una broma, hace muchos años que hemos dejado atrás los 18, pero lo dice en serio. Entre halagados y sorprendidos ante nuestra inusitada juventud, mostramos nuestras identificaciones para sí, luego, saborear una cerveza y un daiquiri de frutilla.
Te compartimos una nota de blog amigo con un itinerario de Nueva York en 5 días
Magistral, formato de tu blog! ¿Cuanto tiempo llevas bloggeando? haces que leer en tu blog sea divertido. El diseño total de tu web es bien pensado, al igual que el material contenido!
Saludos
Hola Vanesa! Muchas gracias por tus comentarios. Ya cumplimos más de un año con Periodistas Viajeros pero con otras temáticas llevamos un tiempo ya. Saludos!
Caro! Muy bueno el post…. Nos vamos con Lore a NYC y me interesó mucho lo del depto!.. Tenes algún mail de contacto??? Esta bien ubicado?? Graciasss! Besos.
¡Hola Lean! Gracias. ¿Quérés ir a ver al negro en calzoncillos? 😉 Estaba en el Harlem a una cuadra de donde termina el Central Park. Se podía llegar en metro y bus. No es céntrico, céntrico pero sí tenía la ventaja de un buen precio y compartir con una familia. Te paso el contacto por privado. Igual te recomiendo usar Airbnb para ver si hay algún otro depto que te interese. Está muy bueno el sistema.
INSUPERABLE!! Como SIEMPRE!! 🙂 @cad2976 Besos y abrazos a ambos. Me encanto el Post. En Febrero estaré por ahí si todo va bien 🙂
Gracias Claudio como siempre!!! Cualquier otra duda escribinos!!!!
hola que buen informe, ya que me gustaría conocer la isla manhattan y que bueno poder conseguir un alquiler compartido ya que es menor el gasto y tambien es bueno tener una persona conocida que sea del autotona del luga desde ya saludos cordiales
hola muchas gracias por la informacion muy buena
no veo la hora de viajar y de gozar e sus beneficios
carla cruz