3 días por Ámsterdam en bicicleta. ¡Qué mejor manera de conocer a fondo esta ciudad que copiando a los locales!
1° Día:
Poder recorrer una ciudad completamente en bicicleta, no es sólo una buena manera de hacer ejercicio, sino también de detenerse donde sea para disfrutar, descansar, pasear, investigar, comer y luego seguir camino, así de rápido y fácil. No hay que aguantar embotellamientos, pagar estacionamientos, esperar buses, ni luchar con taxistas; tan solo tener ganas de pedalear en busca de aventuras y tener un candado por las dudas para dejar la bici en donde sea y a resguardo.Esta nota forma parte de una serie de notas de Ámsterdam
- Primera vez en Ámsterdam
- Qué ver y hacer en Ámsterdam
- Ámsterdam y alrededores: de Van Gogh a los molinos de viento










Con el día que está fresco y soleado nos vamos de picnic al Vondelpark, uno de los más importantes de la ciudad. Cuenta con varias hectáreas de parques arbolados, lagos y grupos de amigos que llevan parrillas portátiles en las que asan salchichas y hamburguesas.







2° DIA
Nuestro segundo día amanece fresco y soleado y en dos ruedas salimos hacia la plaza Dam, el centro del centro, el lugar en donde comenzó a gestarse Ámsterdam. Dam quiere decir presa en el idioma neerlandés (holandés) y fue justamente en este lugar en donde la presa en el río Amstel permitió que se desarrollara la ciudad a partir del siglo XIII. En el medio de la plaza se encuentra el obelisco a los caídos en la Segunda Guerra mundial y a sus lados, además de negocios y galerías comerciales, se ubican el Palacio Real, la Nieuwe Kerk, la iglesia Nueva (en donde a fines de abril de 2013 fue investido el príncipe Guillermo Alejandro, junto a Máxima su esposa, como nuevo soberano del reino) y hasta el museo de cera de Madame Tussauds.







3° DIA
Llovizna y la temperatura está perfecta para bufanda. Pero eso no nos amedrenta y nos montamos en nuestras compañeras de dos ruedas para visitar la Casa Museo de Ana Frank. En la puerta se acumula una buena cantidad de gente que espera para conseguir su entrada. Holanda cayó bajo las garras de los nazis en tan solo una semana, el 17 de mayo de 1940. El objetivo de fondo Alemán era Francia, pero para ello, primero tenían que invadir Holanda y Bélgica. De nada importó que el país se declarara neutral cuando estalló la Segunda Guerra Mundial. No había equivalencias de fuerzas entre Alemania y los Países Bajos y cuando Rotterdam fue destruida, la rendición llegó inmediatamente para evitar la devastación del resto del país. En ese contexto y con los nazis como fuerza de ocupación y en busca de enviar judíos a los campos de exterminio fue que vivió Ana Frank, la niña judía que con su testimonio conmovió al mundo. En esta misma casa de pisos de madera estuvo oculta junto a su familia por más de dos años. Sufriendo el miedo, el encierro y el hambre, pero también escribiendo y dejando para la historia un documento excepcional. A principios de agosto de 1944 toda la familia fue encontrada y enviada a los campos de tortura. Solo Otto Frank, padre de Ana consiguió sobrevivir, los demás murieron en manos de los nazis. La sensación de estar en el ese lugar es mixta, apabulla el cuerpo. A la vez la cantidad de turistas que hay la transforma en una situación en la que hay que concentrarse mucho para meterse de lleno en la época. También les puede interesar este tour de Ana Frank por el barrio judío de Ámsterdam. Al salir, la claridad del día nos inunda y volvemos a reencontrarnos con la belleza de Ámsterdam, andamos junto a exquisitos canales, cruzamos puentes repletos de bicicletas, nos perdemos en el mercado a cielo abierto de Waterlooplein, en donde se puede conseguir de todo a buen precio. Cerca de allí, en la tranquila plaza Spui, aprovechamos para almorzar, albóndigas de carne y papas fritas, servidas en conos de papel, bien a la holandesa. Allí mismo tenemos la entrada a nuestro último destino en la ciudad, el Begijnhof. Es un lugar con una historia extraordinaria. Un patio interior rodeado de antiguas casas que por siglos perteneció a las beguinas, una hermandad de mujeres católicas laicas que cuidaban de enfermos y personas con problemas. En este lugar en donde se respira paz y se disfruta el silencio se encuentran también la Het Houten Huis, la casa más antigua de Ámsterdam con más de seiscientos años y que mantiene su fachada de madera, la Iglesia Inglesa y la conocida como Capilla clandestina. Las últimas noches siempre llaman a la nostalgia, por eso elegimos un pequeño restaurante con sus mesas pegaditas a uno de los canales. Nuestras bicis atadas a pocos metros, las lanchas que se recortan lentamente con el brillo de la luna, tarros de cerveza, pescado frito, murmullos de risas, manos entrelazadas y la vida que merece ser bien vivida.Alquiler de Bicicletas
A nosotros nos prestaron las bicicletas unos amigos, pero vimos varias compañías. Es importe saber que la mayoría de las que alquilan son con freno contrapedal. Si se quiere con freno de mano salen un poquito más caras. Condejos: Al girar a la izquierda hay que ceder el paso a todo el tráfico que siga todo recto que esté detrás y delante nuestro, y antes de girar hay que indicar la dirección con la mano. Si son peatones, ojo, no caminen en las sendas de bicicletas porque los bikers ¡se vuelven locos!
Casa de Ana Frank
Está abierta todos los días de 9 a 22 hs. Solo se puede acceder a la Casa de Ana Frank con una entrada comprada online, con horario predeterminado. Esto también se aplica a entradas para niños de 0-9 años y visitantes con tarjetas de descuento. Únicamente es posible pagar en el museo con tarjeta de débito o crédito. Cada primer martes del mes, todos los boletos para el mes siguiente estarán disponibles. Puede optar por una visita al museo o una visita al museo con un programa introductorio.
Precio:
Adultos | € 14,00 incluyendo € 1,00 costos de reserva |
10-17 años | € 7,00 incluyendo € 1,00 costos de reserva |
0-9 años | € 1,00 incluyendo € 1,00 costos de reserva |
Ubicación: Prinsengracht 263-267. Desde la estación central de trenes, se puede llegar a pie en 20 minutos. Algunas líneas de tranvía (13, 14 y 17) y de autobús (170, 172 y 174) tienen parada cerca, en Westermarkt.
Hola! muy buen blog! Amsterdam es un mundo aparte en Europa; para mi, representa la dignidad humana por la liberación del pensamiento es decir, contiene tantos datos de distintas filosofías que las hace convivir en un solo lugar respetando lo que piensa cada quien. Sin duda alguna, todas las ciudades del mundo deberían tener un poco de Amsterdam. Saludos cordiales