Enero 2008

Salto del ángel en el Parque Nacional Canaima en Venezuela

Llegamos a Maracaibo antes de las seis de la mañana, es nuestro último destino en una Venezuela en donde pasamos veinte días que tuvieron de todo. Cruzamos el país en bus, camioneta, avioneta y canoa para llegar hasta el maravilloso Salto del Ángel en medio de la selva virgen del Parque Nacional Canaima;

Parque Nacional Canaima, Venezuela

Salto de Ángel, Parque Nacional Canaima, Venezuela

Caminatas, palmeras, sol y mucho ron en la isla Margarita.

Isla Margarita, Venezuela

Escalamos hasta la linda Mérida en los Andes venezolanos y recorrimos a pie la bulliciosa y complicada Caracas.

Mérida, Venezuela

Caracas, Venezuela

La Chinita, Maracaibo, Venezuela

Como nos queda poco tiempo nuestra idea es pasar solo medio día en Maracaibo y luego seguir camino hacia Colombia con destino a las playas de El Rodadero. Estamos a tan solo 100 kilómetros de la frontera, así que pensamos que no íbamos a tener demasiados problemas en llegar hasta allí, rápidamente nos dimos cuenta que estábamos muy alejados de la realidad. En la estación de buses la situación es caótica y desorganizada y empiezan los problemas ni bien bajamos. Vendedores y taxistas se te vienen encima y cuesta mucho abrirse paso entre ellos. Comenzamos a averiguar dónde podemos sacar los boletos para viajar a Santa Marta o hasta la frontera pero nadie nos sabe dar una respuesta concreta. Para colmo de males todos los locales de venta de tickets están cerrados y ni un solo guardia o encargado de la estación a quien preguntar.  Algunos vendedores nos aseguran que desde allí no salen buses a Colombia y nos aconsejan que nos vayamos hasta un shopping mall cercano desde donde sí lo hacen. Con muchas dudas nos vamos hasta allí solo para darnos cuenta que no es así.  Entonces nos dirigimos hacia el centro de la ciudad en donde parece que salen unas combis, a esta altura no tenemos certezas sobre nada.

Nos bajamos frente a la iglesia de Santa Bárbara y el taxista nos despide con un poco tranquilizador “tengan cuidado que aquí roban mucho”. Con las mochilas a cuestas y en busca de un bar donde hacer base para rearmar nuestro cronograma, el calor comienza a hacerse sentir y mucho. Andamos por el Paseo de las ciencias, un muy lindo corredor peatonal de unos 300 metros que une la Basílica de Chiquinquirá con la Catedral. Tiene fuentes, árboles, flores y bancos a la sombra para sentarse a escuchar como corre el agua.

Iglesia Santa Barbara, Maracaibo, Venezuela

La chinita y el paseo de las ciencias, Maracaibo, Venezuela

Paseo de las Ciencias, Maracaibo, Venezuela

Atravesamos también la típica calle Carabobo o de la tradición donde una larga hilera de casitas multicolores espera los primeros rayos de sol para abrir sus puertas. Nosotros no tenemos tiempo para eso. Saliendo del paseo cientos de puestos bulliciosos coloridos y hacinados se aprietan unos contra otros entre grandes y vetustos edificios de cemento. A lo lejos se puede ver la ribera del enorme lago Maracaibo que en la actualidad afronta graves problemas de contaminación por la industria petrolera. Son las ocho de la mañana y seguimos sin encontrar la manera de conseguir un bus a la frontera, nos parece increíble que nadie nos pueda dar esa información y para completar el panorama nos estamos quedando sin dinero venezolano y no encontramos ninguna casa de cambio abierta.

Calle Carabobo, Maracaibo, Venezuela

Preguntando y preguntando y ya pensando en encontrar un hostel porque no podemos seguir todo el día dando vueltas con el peso de las mochilas a cuestas, un hombre nos informa que desde la plaza de Toros salen “autos por puesto” hacia Colombia, estos son autos particulares que hacen el trayecto con pasajeros. Como última ficha nos vamos rápidamente hasta allí. Justo en la puerta se pueden ver unos cuantos autos estacionados, todos en pésimas condiciones y con veinte o treinta años de uso. Regateamos con uno de los choferes, un joven mulato, y finalmente llegamos a la cifra de 23 dólares por el viaje hasta Maicao la primer ciudad colombiana una vez cruzada la frontera. -”Son unas tres horas de viaje o más” nos dice. -“¿No queda a cien kilómetros?” le indica Caro. – “Si, pero la ruta está muy mala y hay montones de retenes militares”. Sabemos que las relaciones entre Venezuela y Colombia no pasan por el mejor momento, pero no imaginábamos que estuvieran tan mal.

Nos subimos al auto, cuadrado, grande, destartalado, de esos de las películas norteamericanas de la década del setenta, con los tapizados olorosos y deshilachados. Las puertas no encajan del todo y las ventanas solo se abren unos centímetros. El chofer se sube y arrancamos, el motor jadea como un viejo con asma y el aire acondicionado tira insuficientes ráfagas frescas. Rápidamente dejamos atrás Maracaibo y salimos a la ruta que efectivamente tiene pozos de todos los tamaños y colores. El chofer maneja con pericia aunque por momentos realiza acciones bastante peligrosas mientras autos y enormes camiones no dudan en pasarse de carril para solo volver al propio segundos antes del choque.  Vamos conteniendo el aliento y cada tanto nos miramos sin decir palabra, nuestros ojos lo dicen todo. Al costado de la ruta se van sucediendo pequeños pueblos de casitas de madera y techos con hojas de palma y cada tanto los mentados retenes militares. Zafamos de que nos detengan en varios, pero nos paran en uno llegando a Paraguachón, último pueblo venezolano. Allí hay una larga fila de autos detenidos al costado de la ruta y los militares trajinan con sus escopetas al hombro. Baja el chofer a preguntar qué sucede y vuelve acompañado de un soldado que nos exige que le entreguemos nuestros pasaportes. Pasa el tiempo y nuestra preocupación va en aumento, estamos allí varados, sin pasaportes y sin explicaciones. Unos minutos después, que parecen horas, aparece un militar de rango superior y panza prominente. Ojea y ojea el pasaporte de Caro y se detiene en la hoja en donde brilla su visa de periodista para Estados Unidos, piensa unos segundos entornando los ojos y se lo devuelve. Quizás no quiere tener más problemas con el Tío Sam, quién sabe.  Pero se queda con el mío que no tiene ninguna visa. Se va caminando lentamente, bamboleando su fusil al hombro y su pistola en la cartuchera.  Seguimos sin entender qué es lo que están haciendo y cómo va a terminar todo. Regresa a los pocos minutos y me mira fijo a los ojos. Si hay algo que no me gustaría en mi vida es estar solo en un calabozo con este hombre. Me dice que si entramos al país en avión, no podemos salir por tierra, dice que está prohibido. Sabemos que es falso, que es un despropósito pero le aseguro que no tenemos pensado abandonar Venezuela con toda la cara de sinceridad que puedo poner. Entonces se va nuevamente mientras nuestro chofer lo sigue detrás. Cuando vuelve le preguntamos qué sucede y nos responde – “Si quieren salir rápido de aquí tienen que darle dinero a los militares, no existe otra manera.”  No queremos, no nos gustan las coimas, pero estamos allí en medio de la nada, llevamos varias horas esperando y el soldado no piensa devolvernos nuestros documentos hasta que le demos algo. Finalmente juntamos unos cuantos dólares y se los entregamos al chofer, él se los pasa con disimulo a uno de los soldados y éste al panzón que tiene mi pasaporte. Revisa el dinero, no sabemos si le habrá parecido mucho o poco, pero me devuelve el pasaporte y arrancamos a toda velocidad.

Avanzamos por una ruta plagada de curvas y contracurvas, acercándonos a Paraguachón, pueblo muy humilde con cientos de puestos de madera apostados al costado de la ruta. Allí se venden animales vivos y otros que cuelgan de ganchos con moscas alrededor. Algunos puestos de comida humean con sus cocinas a leña mientras fríen sus arepas. Muchos niños pequeños juegan desnudos por allí. En un momento el chofer sale del camino principal y sin mediar palabra toma un camino de tierra. Después de todo lo que pasamos durante este viaje, empezamos a pensar que se terminó nuestra suerte y vamos a ser secuestrados o vaya uno a saber qué otra cosa. Le preguntamos al chofer que está haciendo y le exigimos que vuelva a la ruta.   -“Quédense tranquilos, busco algo y volvemos, son solo unos minutos.” En silencio nos tomamos fuerte de la mano. El auto se detiene frente una pequeña casa de paredes despintadas, el chofer entra en ella. Un par de minutos después sale con dos bidones de nafta y luego trae otros dos. Los mete en el baúl. Al arrancar nos cuenta que es buen negocio comprar la barata nafta venezolana y venderla a buen precio en Colombia. Respiramos aliviados de que el negocio de este pobre hombre sea solo el contrabando de unos pocos litros de nafta.

En la frontera, nos sellan los pasaportes en el puesto venezolano, pagamos la tasa de salida y luego vamos hasta el colombiano. Alrededor todo es caótico, repleto de vendedores, choferes, cargadores, timadores, cambiadores de dinero, niños y animales. Resuelta la entrada a Colombia, el chofer nos lleva hasta la estación de buses de Maicao. Le pagamos y mientras nos dirijimos a comprar nuestros tickets, nos viene a decir que por nuestros dólares le estaban dando muchos menos bolívares de lo que habiamos pactado. Le decimos que lo están timando y que lo mejor es que cambie el dinero en Maracaibo. Asiente y se va con cara de poco convencido. Conseguimos un bus a El rodadero que sale en pocos minutos y cuando arrancamos nos damos cuenta que los nervios y la adrenalina nos dejaron extenuados. El viaje es tranquilo aunque con interminables paradas, unas para que suban pasajeros, otras vendedores y otras soldados que realizan minuciosos registros.

Comiendo cangrejo El Rodadero

A]l llegar a El Rodadero, centro turístico ubicado a unos quince minutos de Santa Marta, el bus nos deja en la entrada de la ciudad y sigue su camino. Allí nos subimos a un taxi que nos lleva hasta el centro.  Al bajar el mar azul nos hipnotiza, no pensamos en buscar hotel ni nada, solo en ir hasta él. La arena está tibia y las palmeras se mueven con la brisa del atardecer. Nos parece una visión mágica luego de lo que fue el viaje. Nos sentamos en la arena y apoyamos nuestras cabezas en las mochilas. Surcan el mar dos motos de agua a toda máquina y más allá se puede ver la bahía enmarcada por cerros plenos de vegetación y largas filas de palmeras, a los costados restaurantes y pequeños puestos de comida.

El Rodadero, Colombia

Carrito de bebidas El Rodadero

Atardecer en el Rodadero

Velero en el Rodadero

Nos ponemos en marcha y en pocos minutos conseguimos cuarto, en realidad es una especie de local comercial convertido en habitación con todas las comodidades. Despues del día que pasamos no estamos muy exigentes. Al atardecer salimos a dar una vuelta por la ciudad que está llena de turistas y también llena de policías. La playa se encuentra iluminada con reflectores y grupos de amigos y familias charlan y toman cerveza frente al mar.

Caro playa El Rodadero de noche

El Rodadero playa de noche

Nos sentamos allí a disfrutar del anochecer que está calurosa y clara, mientras nos llega el alegre son de los grupos de música que tocan a la gorra. Amamos ese aroma a sal, la arena contra nuestros pies descalzos, las olitas que llegan en un murmullo hasta nosotros, la música y las sombras de las palmeras… Se acerca un vendedor ambulante con su heladerita al hombro – “¿No les gustaría una cerveza helada?”. -“Por supuesto queremos dos”. Ahora sí nada nos puede borrar la sonrisa de la boca. Porque la aventura es el viaje y el llegar también.

Machi en El Rodadero

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21 Comentarios

      • Hola x favor su información es de mucha ayuda. Pero a la vez me a causado miedo soy ecuatoriana y estoy pensando viajar de quito a Caracas Caracas a Maracaibo y de Maracaibo a santa Marta vía terrestre viajare sola necesito su consejo x favor gracias el viaje lo realizare dios mediante este l 15 de octubre

        • Hola…., gracias por escribirnos. Nosotros recorrimos por tierra bastantes lugares de Venezuela: de Caracas a Isla Margarita, luego a Ciudad Bolivar de allí a Mérida y de Mérida a Maracaibo sin problemas. El problema surgió cuando empezamos a buscar bus para ir de Maracaibo a Santa Marta y es por eso que nos subimos a esos autos que contamos en nuestra crónica. Esto fue hace unos años y quizás ahora la situación es diferente. Nuestro consejo es que tomés un bus de Maracaibo a Santa Marta y evites los autos porque son realmente muy peligrosos.
          Te enviamos saludos

  • Aquí dicen: «pasamos veinte días que tuvieron de todo. Cruzamos el país en bus, camioneta, avioneta y canoa para llegar hasta el maravilloso Salto del Ángel…». Sin embargo, sólo pude encontrar el relato de su salida de Venezuela. ¿Cómo les fue en el resto del viaje en Venezuela?. Los felicito por el «Post».

    • Hola Ricardo! Muchas Gracias!!! Mañana vas a encontrar la llegada a Canaima y pasado te prometemos el Salto del Ángel. En ese viaje recorrimos Caracas, Mochima, Isla Margarita, Ciudad Bolívar, Parque Nacional Canaima, Mérida y Maracaibo así que de a poco avanzaremos con las crónicas. Saludos!!

  • Que tal, muy bueno el blog. Queria consultarte lo siguiente en Marzo me voy a Cartagena y de ahi me interesaba viajar a venezuela para conocer Caracas o el Salto del Angel que dicen esta muy bueno. Viajo con un amigo y voy por 3 semanas volviendo a Bs As desde Cartagena tambien, crees que es posible hacerlo o demanda mucho tiempo por tierra? Te agradeceria si me podes brindar esta informacion soy de Argentina y me ha resultado muy interesante todo lo que estuve leyendo.

    • Hola Mariano gracias por escribirnos! Me parece que es un poco largo el viaje por tierra teniendo en cuenta el tiempo que tienen. Si volvieras a Argentina desde Caracas no sería tanto tiempo, pero cruzar dos veces esa frontera para regresar a Cartagena es bastante largo y cansador. Cartagena es una ciudad maravillosa para recorrerla de dia y de noche si se quedan cuatro o cinco días no se van a aburrir. Tiene playa, está bien, pero no es caribe-caribe, si buscan esto pueden tomar un ferry a la isla del Rosario donde hay buenas playas. Tambien pueden ir en bus a Santa Marta, las playas de Rodadero, Taganga y el parque Nacional Tayrona. Todos estos lugares son muy lindos. De Cartagena a Rodadero y Santa Marta tienen unas tres horas de viaje aprox.
      En el blog hay una nota del Salto del Angel, es un lugar muy copado pero lleva tiempo llegar. En general se va desde Ciudad Bolivar, un par de horas de ruta y avioneta, porque es tierra de ríos y pantanos. Ciudad Bolivar está a mas diez horas de Caracas y a otras tantas de Maracaibo en la frontera con Colombia.

      Espero les sirva la info y no hay problemas en responder lo que necesiten.
      Saludos
      Marcelo

  • Hola amigos soy colombiano y vivo en Bogotá ahora y parte de mi familia es de Cartagena, Maicao y Maracaibo. Miren ustedes que hoy 10 de Febrero es bueno cruzar la frontera de Maicao a Maracaibo. Ya hay bastante seguridad y las relaciones entre los dos paises es buena. He cruzado esta frontera varias veces para visitar a mi familia en Maicao y en Maracaibo. Estuve en Maracaibo en Mayo de 2012 y pienso viajar en febrero o Marzo de este año. Me gustó esta ciudad de Maracaibo. Les recomiendo a Santa Marta y de allí a Maicao en la frontera hay buen transporte y la carretera excelente. En 2012 estaban arreglando la via Maicao-Maracaibo y yo creo que debe estar en buenas condiciones. Espero que esto les resulte de ayuda.

    • Hola! Muchas Gracias por la información! Sumamos el comentario y la recomendación para todos lo que quieran viajar y cruzar la frontera. Nos alegra que las cosas hayan mejorado entre dos países hermanos que además queremos mucho. ¡Conocimos Santa Marta también! ¡Solo nos perdimos al Pibe Valderrama! Saludos Viajeros

  • Realmente muy bueno! leerlo me hizo revivir mi experiencia de no hace muchos meses, la cual voy a volver a "disfrutar" en pocos dias jajaja… por suerte no me toco la parte de tener que entregarle plata a algún policía (sinceramente no se que haría).. pero si que el autito yanki y su conductor panson nos estafe y nos deje varadas a mi amiga y a mi después de haber sellado la entrada a Venezuela… pero el lema de nuestro viaje es "las cosas por algo son, y si esto se fue siempre viene algo mejor".. para este caso lo mejor fue que una pareja muy amable después de hacer dedo en la frontera nos haya querido llevar en su camioneta ultimo modelo, con aire acondicionado y nos dejara en la puerta del Shopping Mall (dejando atrás obviamente el auto que no tenia ni ventanillas, ni un hueco donde darle una patada para descargar mi furia después de robarnos y dejarnos solas en ese caos infernal)… jajaja.. Ya para la vuelta a Colombia estábamos duchas, así que el viaje no fue tan duro, pero la mejor parte fue llegar a Taganga y reencontrarnos con nuestras cosas, nuestros nuevos amigos y ese mar increíble!!. Por donde sigue su viaje ahora?

  • hola! estoy en caracas, a las 7pm tomo el bus a maracaibo, y de ahì harè lo q dicen ustedes, carrito hasta maicao y luego bus a santa marta. me dijeron que los carritos ahora se pueden tomar desde la terminal de maracaibo espero que sea cierto. Yo tambièn llegue en aviòn a caracas y espero q no me pidan coimaa porque estoy corto con el dinero, bueno cuando llegue comento como me fue, pero simplemente quería agradecerles por la información, porque en realidad estoy medio preocupado con este trayecto je saludos!

    • Hola Rafa! Gracias por escribirnos! Fuerza en el trayecto que va a salir todo bien! Después contanos que tal te fue así actualizamos la info también. Nosotros ese trayecto lo hicimos hace unos años esperamos que ahora la situación esté mejor. Saludos!!

  • hola, muy buen relato y ayuda mucho a aquellos, como yo, que estan un poco preocupados por viajar, bien como no es nuevo, en Venezuela es limitado el uso de divisas, y si se viaja por tierra, NO NOS DAN DOLARES, mi gran preocupacion es: en cuanto estara mas o menos el cambio de Bolivar a Peso, y cuanto esta el pasaje de maicao a santa marta? gracias de antemano.

    • Hola José, estamos al tanto de la situación cambiaria en Venezuela. Lamentablemente no te podemos dar una mano con la información que nos solicitás ya que estuvimos por allí hace un tiempo ya. Gracias por escribirnos. Suerte en el viaje! Caro y Machi

    • Hola a todos.. mira José yo ando en la misma aventura y lo que he averiguado es viajar en un autobús q sale desde caracas.. es una línea de autobuses colombiana se llama Brasilia y viaja desde caracas maracaibo pasa aventura Colombia santa marta barranquilla y cartagen a

  • Hola chicos. me podrian dar detalles de como llegar al salto del angel? se va en avioneta, en bus, lancha o en que? cuanto vale, en tiempo cuanto es. Quiero escalr el salto , es posible? quiero ir de Tachira a Bolivar en bus.

    • Hola Negry, podés encontrar la info en las dos notas que escribimos sobre Canaima y el Salto del Ángel. Tenés que ir primero hasta Ciudad Bolívar. Te conviene comprar el tour completo de 3 dias y dos noches que incluye la avioneta hasta el parque, alojamiento, movilidad en canoa y comidas. Hay una opción bas barata que es comprando tour tambien hacer un trayecto en auto y otro en avioneta junto con los víveres, pero esa opción no siempre está disponibles. Te sugiero leer nuestras notas y cualquier duda nos volvés a preguntar. Las encontrás en la categoría Venezuela. Saludos y gracias por escribir!

  • hola, mañana comienzo una travesia hacia cartagena, quiero mudarme del pais, que me recomiendan, donde llegar, buscar trabajo

  • […] cosa stesse dicendo, dieci minuti dopo ci ha chiesto soldi per la sua storia. In Venezuela, andando in taxi al confine con la Colombia, ci hanno fermato quattro volte, e quattro volte abbiamo dovuto pagare l’ufficiale di turno […]