Tengo miedo a viajar. Tips para superarlo

Happy Talks Charlas Viajeras en The Temple Bar
Todos tenemos miedo a viajar. Compartamos nuestros miedos, veamos cuáles son y algunos tips para superarlos. Cuando Tati y David, nuestros amigos de The Temple bar nos propusieron participar de una de sus Happy talks, en este caso con experiencias de viaje nos pareció buenísimo. Más si le sumábamos que también iban a ser parte de la reunión más amigos viajeros como Jime y Andrés de La Vida de Viaje, Guada Araoz de Hasta Pronto Catalina y Fede Bongiorno de Positive Viajes. Y no era todo, también podíamos tomar unas buenas cervezas invitación de Patagonia Argentina. ¡No podíamos pedir más! La fecha quedó para el martes 13 de diciembre y nos sirvió de disparador para hablar de algo que nos parecía muy interesante: Los Miedos Viajeros. En resumen, “Quiero viajar pero tengo miedo”.

Happy Talks Experiencias Viajeras en The Temple Bar
MIEDO A VIAJAR
Tanto los miedos a cambiar de vida y salir a la ruta como los miedos durante y al regreso del viaje. Así que entre cervezas y papas fritas, nuestra propuesta fue que todos escribiéramos en un papel y de manera anónima a qué le tememos cuando vamos a emprender un viaje o cuando ya estamos en él. De allí surgieron charlas fascinantes que nos ayudaron mucho a reflexionar sobre los sentimientos que muchas veces nos embargan y no sabemos la razón.
Primer dato curioso,en medio de tanto Miedo a Viajar, ninguno de los más de veinte que estábamos en la mesa escribió Miedo a volar.
Uno de los miedos que más se repitió fue el Miedo a no volver al país o el Miedo a no querer volver al país, porque nos guste demasiado otro lugar. En este caso son miedos que hemos sentido más de una vez y que van ligado a otros miedos también profundos que tienen mucho que ver con el Miedo a no ver más a familiares y amigos o hasta a nuestras mascotas, también miedos anotados.

Miedo a viajar: Miedo a no volver a ver a mi familia
En el ida y vuelta de la conversación fuimos contando nuestras experiencias y la manera que por lo menos nosotros superamos o controlamos esos momentos de pánico. No está mal sentir miedo, de hecho está bien, el miedo es ese sentimiento o esa vocecita que nos previene, que nos avisa, que nos pone en guardia, que nos informa que algo no anda del todo bien. Lo que está mal es dejar que el miedo nos domine, que tome el control de la situación y nos paralice. Que no nos deje hacer lo queremos, que nos frustre o nos entristezca. Y una buena manera de dominarlo es encontrar la raíz de ese miedo, para aplacarlo, ponerlo en contexto, volverlo racional. Con respecto a la relación a la distancia con familiares y amigos en estos tiempos de internet y bajos costos en las comunicaciones, cuando estamos de viaje, los vemos y charlamos casi todos los días por Skype, Whatsapp, Facebook y las demás redes sociales. Esto hace que las distancias se acorten y se extrañe mucho menos.

Miedo a viajar: Miedos viajeros
Otros miedos que fueron surgiendo fueron el Miedo a la soledad cuando se viaja sin pareja o amigos, Miedo a la convivencia con amigos, Miedo a la decepción y el Miedo a lo desconocido. Vamos por partes, en el primer caso es verdad que uno se puede sentir solo rodeado de mucha gente o a la inversa no sentir soledad en un paraje desierto. Pero hablando estrictamente de viajes, es muy fácil conocer personas nuevas. Siempre hay gente dispuesta a conversar y vivir experiencias interesantes, los hostels por ejemplo son muy buenos lugares para hacer amigos. Es sólo prepararse mentalmente y siempre animarse a más. Cuando nos damos cuenta que estamos bloqueados tenemos que intentar un paso por vez. Paso a paso como decía Mostaza Merlo.

Miedo a viajar: Miedo a la soledad
En el caso de la convivencia con amigos o con la pareja, es como cualquier otra convivencia, hay que ser generoso con el otro, tener buen diálogo, siempre consensuar y como dice el dicho
“no le hagas a los demás, lo que no te gusta que te hagan a vos…”.

Miedo a viajar: Miedo a la convivencia en un viaje
Cuando empezamos a elegir los lugares que queremos visitar, siempre tenemos un acuerdo: Cada uno elige su Sí o Sí y respeta el Sí o Sí del otro con alegría, entusiasmo y buena cara. Después consensuamos los lugares que nos interesan a ambos. Otro tip es que no siempre las cosas se tienen que hacer de a dos o en grupos, sino que estando en un mismo viaje nos podemos dividir y cada uno hacer lo que tiene ganas. Para esto es necesaria la comunicación, franca y sincera y no enojarse por pavadas o hacerse la cabeza que el otro no quiere acompañarte o estar con vos.
Con respecto a la decepción también depende de donde se ponga la vara para medir algo; si es muy alta puede ser que llegue la decepción. Nosotros pensamos que más allá de que una experiencia nos haya decepcionado o no, lo importante es si valió la pena hacerla. Si es así, vale la experiencia también. En el cuarto caso, el miedo a lo desconocido hay que convertirlo en adrenalina y curiosidad; y si eso nos incomoda por nuestra forma de ser, como decíamos antes, en estos tiempos de gran acceso a la tecnología, es muy fácil investigar, leer blogs, conocer, mirar videos, participar en foros o chats y conversar con personas de todo el mundo. Así lo desconocido, se puede volver más conocido.

Miedo a viajar: Miedo a lo desconocido
En cuanto a los recursos económicos, es siempre una de las preocupaciones centrales antes de salir de viaje. Para los que tienen pensado viajar largo tiempo, nuestro consejo es que encuentren cuál es su valor diferencial, de qué podrían trabajar o cómo podrían arreglarse para ganar dinero a lo largo del camino. Hay muchas variantes: nosotros escribimos crónicas para nuestro blog, diarios y revistas, vendemos nuestros libros y trabajamos con empresas de turismo ofreciéndoles testear sus servicios y recomendarlos si nos gustó, entre otros proyectos. Otros viajeros hacen: magia, programas de radio, diseñan páginas web, trabajan de community managers; en bares y locales, hacen work and holiday, cuidan niños, enseñan idiomas o atienden pacientes por skype; también cuidan casas y animales haciendo housesitting, trabajan en hostels unas horas por alojamiento gratuito, venden ropa en mercados o plazas, etc. En fin, es cuestión de ser creativos, originales, tocar puertas y pensar que el NO siempre está, o sea, trabajemos por el SÍ! Otro consejo es ir llevando agenda de gastos y antes de salir proponerse un presupuesto diario en base a lo que tenemos ahorrado, para intentar no escaparse de ese presupuesto ideal.

Miedo a viajar: Miedo a quedarme sin plata
También hablamos de miedos que tienen que ver con cuestiones prácticas como
armar los recorridos,
sentir que el viaje tiene un sentido,
avanzar en la ruta o
hasta qué hacer si uno se lastima en un país que no conoce. En este caso, las respuestas fueron variadas y todos pudimos dar nuestra opinión. Desde no viajar nunca sin un
seguro médico hasta dejar que la ruta te guíe o tener todo organizado. Según el carácter y las necesidades de cada uno. Es importante tener siempre los papeles en orden, tener escaneado o fotografiados los pasaportes, tarjetas de crédito y tener teléfonos útiles agendados.

Miedo a viajar: Miedo a lastimarme en un viaje
Por último y quizás lo más importante, charlamos sobre el Miedo a animarse, el Miedo a patear el tablero, dejar el trabajo, “perderlo todo”, y hasta el Miedo a no adaptarse a la vuelta, tras meses de aventuras.

Miedo a viajar: Miedo al no retorno
En principio nosotros siempre creemos que la única batalla que se pierde es la que no se lleva a cabo. Si lo que necesitan es conocer mundo, salir a la ruta, cambiar de aires, recorrer la Argentina o cualquier cosa que sientan profundamente, entonces vale la pena el intento. En la vida se puede empezar todas las veces que uno quiera. Hay que sacarse esa mochila que nos imponen, salir de la zona de confort y luchar por cumplir los sueños. No es verdad que el “tren” pasa una sola vez… Es mejor haber probado la libertad de viajar, aunque sea para entender que nos gusta más otra vida; que nunca hacerlo y vivir siempre añorando la posibilidad perdida. Hay que animarse a ser feliz. Eso implica una responsabilidad, no es fácil, hay que pensarlo bien. Pero ¿cuántas cosas son fáciles en la vida? Entonces ya que la mayoría de las cosas son complicadas, que esa complicación sea para que cada día seamos más felices siguiendo nuestros sueños. Y si no nos gustó o nos arrepentimos a mitad del viaje, no pensar que somos “malos viajeros”, solo que necesitamos algo diferente. El ser dueños de nuestras propias decisiones es lo esencial. No hay que tener miedo a equivocarnos, hay que verlo como una enseñanza más y si hay un desvío en el camino, seguro nos llevará por otro más interesante todavía.
En el prólogo de nuestro último libro “ASIA Crónicas del Lejano Oriente“ sumamos una frase de Mauricio Wiesenthal que nos gusta mucho
“…vayámonos pues de viaje; que morir es lo último que uno debe hacer en la vida”.
Así que para terminar y parafraseando a Calle 13:
“Dennos la mano y vamos a darle la vuelta al mundo, darle la vuelta al mundo, darle la vuelta al mundo…”.
¡Muchas gracias a todos los que sumaron buena onda para conversar, pensar y pasar una linda noche!