Ya sabemos lo que nos van a decir…que Bélgica es chiquita, que se recorre rápido, que no hay mucho para ver…Pues no. Están todos equivocados y les vamos a dar nuestros tips de un recorrido por Bélgica a través de 5 de sus ciudades: Bruselas, Lovaina, Brujas, Amberes y Gante. Ojo que viene en dos partes la nota eh..
Mayo 2013
Nos sentamos en los cómodos asientos del tren Euro Star y exactamente a las ocho en punto arrancamos rumbo a Bruselas, atrás dejamos con nostalgia una Londres en donde la pasamos muy bien. El viaje es corto y placentero, sólo dos horas, interrumpido el silencio cada tanto por una pareja de una negra joven y un blanco mayor que discuten a los gritos y se golpean. Ya en el continente tomamos un nuevo tren por 5,20 euros para ir hasta Lovaina, ciudad universitaria a tan solo 20 minutos de la capital de Bélgica. En su lindo departamento nos reciben nuestros amigos Nati una española de padres argentinos y Jos su novio holandés. Es feriado del día del trabajador en Bélgica, almorzamos y entre charlas, nos proponen pasar la tarde en el festival del 1 de Mayo en Bruselas, aceptamos gustosos y nos subimos de nuevo al ferrocarril. Nos espera un recorrido por Bélgica en una semana.
Al llegar caminamos por una calle empedrada plena de restaurantes, locales que venden frituras y waffles, además de mucha gente paseando. Vamos hasta la Grote Markt, la gran plaza con su espectacular edificio del ayuntamiento. Alrededor de ella como es costumbre en toda Bélgica, se sitúan los edificios de los diversos gremios, cada uno tiene en su cima una figura que servía para identificarlo.
Como no podía ser de otra manera, pasamos por delante del Manekken Pis, la famosa estatua del niño que orina, todo un símbolo de Bruselas. Ese día andaba desnudo, pero una de las costumbres del lugar es disfrazarlo de la mano de los acontecimientos del año como la Navidad o algún partido de fútbol importante.
El evento del festival de 1 de Mayo es multitudinario y se congregan partidos de izquierda de todo el mundo, hay puestos de comida, banderas del Che Guevara, globos rojos del partido socialista belga y de agrupaciones de izquierda de Chile, Cuba, Colombia, Venezuela y otros.
En medio de la plaza hay un gran escenario en donde empieza a tocar una banda africana y del otro lado otra larga fila de puestos de comida con divertidas consignas revolucionarias como “beba la sangre de Marx”, para promocionar un vino. Pasamos el día entre los hectolitros de cerveza que se consumen, las voces, las risas, la música, las consignas políticas y los grupos de españoles que pasan cantando viejas canciones republicanas.
Brujas
Para los días siguientes compramos el Rail Pass con diez viajes para recorrer toda Bélgica por 76 euros. Es una muy buena opción porque termina costando menos de la mitad que si se compran los boletos por separado y se puede usar el mismo pase para todos los pasajeros. Además el servicio es bueno, rápido y puntual. Con nuestros pases nos subimos al tren y en una hora y media descendemos en Brujas, la perla turística del país, la capital de Flandes occidental. Viajar en tren por Europa es una muy buena forma de disfrutar del viaje. Hay varios pases según el tiempo que tengas, las personas que hayan en el grupo y las zonas que recorras.
Brujas es una de esas ciudades de las que tanto nos han hablado que cuando la conocemos finalmente, corremos el peligro de haber puesto la vara demasiado alta. La verdad es que no defrauda, es mágica, elegante aunque un poco artificial también ya que la cantidad de turistas duplica la de sus habitantes. Además es la ciudad mas costosa del país. El mejor precio que encontramos para alojamiento es el St Christopher´s Inn Bauhaus Hostel, 58 dólares por los dos en habitación compartida para cuatro personas, con desayuno incluido.
Salimos de la terminal cruzando un par de canales, los hay por toda la ciudad, e ingresamos en el casco antiguo. Por sus callejuelas vamos camino a la Grote Markt entre las altas cúpulas de las iglesias como la de Nuestra Señora o la catedral del Salvador, bellos edificios antiguos y plazoletas arboladas. La plaza central es inmensa y donde ocurre toda la vida social de Brujas. Domina la plaza la Torre de Belfry con su campanario, punto más alto de la ciudad con 83 metros. Se pueden subir los 366 escalones pagando una entrada de 10 euros.
Unida a la plaza principal por la calle de Breidelstraat, podemos encontrar la Plaza Burg con preciosas construcciones como el edificio del Ayuntamiento del Siglo XIV, la Basílica de la Santa Sangre y el Palacio de Justicia hoy convertido en museo. Dicen que en esa plaza también hay una pequeña rana de metal que tienen que besar todos los que estén buscando a su príncipe/princesa azul. Con curiosidad entramos en la basílica de la Santa Sangre, la Heilig Bloed, en donde aseguran tienen unas cuantas gotas de la sangre del mismísimo Jesucristo. Según cuenta la leyenda fue llevada a la ciudad por un soldado cruzado en el siglo XII desde Jerusalem. Entramos allí y vamos hasta un sector custodiado por un sacerdote en donde descansa dentro de una vitrina un cilindro de plata y vidrio en donde vemos unas cuantas gotas de un líquido de color rosado. ¿Será efectivamente la sangre de Cristo? Si tomamos como cierta la historia del soldado, este habría obtenido la sangre 1100 años después de la muerte de Jesús. Mucho tiempo, muy complicado todo, pero en cuestiones de fe, quién sabe.
Seguimos de recorrida por callecitas llenas de bares y hoteles, saltando exquisitos puentes de piedra y babeando ante los escaparate de las chocolaterías. Además de la cerveza, el chocolate es otra de las grandes pasiones belgas. Paramos a comer en uno de los restaurantes de la plaza principal, en una de las típicas friterias en donde a pesar de ser cliente te cobran 0,50 euro por el uso del baño. Esto es algo habitual en Bélgica y complica bastante la vida de los viajeros y además la encarece un poco. Es díficil de entender esa manía por cobrar o prohibir la utilización de algo esencial como un sanitario.
Por las noches Brujas hechiza con sus calles iluminadas por faroles, sus puentes sobre ríos y canales, sus senderos de piedra y el aire misterioso y divertido que se palpa en cada esquina. Andamos sacando fotos, espiando los caros menúes de los restaurantes y fantaseando con algún día vivir en un lugar así.
Cuando llegamos a un recodo del río repleto de gente en la calle Pandreitje reconocemos el llamado “lugar más fotografiado de Brujas”.
Al pasar la plaza central en la calle Kuipersstraat encontramos la zona de los bares, mucho ritmo y cientos de personas que desafían el frío con una cerveza en la mano, que despúes de las nueve de la noche cuesta 1 euro el vaso. Nos sentamos afuera, dentro la música suena a full y los televisores pasan un partido de fútbol de la copa de Europa. En eso un belga simpático y un poco bebido se sienta junto a nosotros y nos invita una cerveza. Nos pregunta con simpatía de dónde somos y qué hacemos en su país, pero lo que realmente quiere es contarnos su historia. Por momentos su inglés se vuelve ininteligible y cada tanto intercala palabras en español, francés y belga. Nos habla de su niñez en las afueras de Brujas, de sus aventuras con su padre mecánico de autos y gran bebedor, que a la vuelta del trabajo lo hacía manejar a él con doce años años, porque no podía mantenerse en pie de la borrachera. También nos relata un viaje que hicieron a Tenerife en donde jugaban al tiro al blanco con botellas llenas que volaban por los aires. Nos cuenta sus historias con nostalgia, no con tristeza y nunca lo dice claramente, pero nos da la impresión que su padre debe haber fallecido hace poco. Tan fugaz como llegó se despide y nosotros aprovechamos para lentamente regresar al hotel. Nuestro compañero de cuarto, un treintañero francés duerme profundamente y en la calle una española que se pasó con la cerveza canta a los gritos «Toma que toma que toma» mientras las palabras se le escurren de la boca.
La mañana nos recibe con sol, es sábado y las calles muestran más gente que el día anterior. Andamos hasta unos antiguos molinos de viento, con el viento fresco que nos pega en la cara.
Paramos a comprar cosas ricas en un supermercado para un picnic al aire libre y almorzamos junto al río con el famoso perro Fidel que descansa desde su ventana del otro lado. Jamón ahumado, queso brie, pan, cerveza y gaseosa por menos de 10 euros. ¡Más no se puede pedir! Mientras comemos pasan botecitos llenos de turistas que nos saludan, el viajecito 7,60 euros por persona. Nosotros preferimos recorrer Brujas a pie.
Destino Amberes
Es cerca del mediodía de un domingo fresco y salimos en auto desde Lovaina con Nati y Jos, nuestro destino es Amberes. Llegamos a la ciudad después de una hora de viaje, por una buena ruta, salpicada de casitas y campos sembrados. A pie como se recorren las ciudades, pasamos por la plaza Green place en donde una estatua recuerda al gran Rubens nacido en la ciudad y más allá se recorta en el cielo la imponente catedral de Nuestra Señora.
La ciudad está revolucionada, llena de niños y niñas que se alinean en una larga fila, sentados en colchonetas de colores rojo y azul. Nos cuentan que están allí para conquistar el record Guinness de vueltas carnero ¿increíble, no?
Otra curiosidad, en Amberes son tan cosmopolitas, que se jactan de ser la segunda ciudad del mundo en variedad de nacionalidades con 168, por encima de Nueva York y detrás de Amsterdam. Seguimos paseando y charlando y nos detenemos en la plaza Mayor en donde se encuentra la estatua del héroe local que sostiene la mano que le cortó al malvado gigante que habitaba esta zona. La leyenda cuenta que el gigante cobraba peaje a todo el que cruzara el río y al que no pagaba le cortaba la mano. Entonces un soldado romano consiguió vencerlo y pagarle con la misma moneda. Por eso Amberes, se llama Amberes o Antwerpen en flamenco: Ant significa mano y Werpen, Lanzar.
Tanta caminata nos da hambre así que paramos a almorzar. Nada mejor que el plato tradicional del país: mejillones hervidos acompañados con salsas varias: de ajo, de curry, provenzal y con mariscos.
Después seguimos nuestra recorrida, vamos hasta la zona del río, con sus decenas de muelles y sus astilleros un poco destartalados. Amberes desde hace siglos es uno de los puertos mas importantes de Europa. Luego bajamos para ver el túnel que une las dos orillas del río, una obra impresionante de cinco kilómetros bajo el agua.
[A]ntes de iniciar el regreso pasamos por la bella Estación Central y por la zona de las joyerías. La ciudad es famosa por su producción y tallado de diamantes que además es la más importante del mundo. Por supuesto no existen en Bélgica minas de diamantes, las piedras en bruto llegan principalmente de Africa, generalmente de contrabando y extraídas en las peores condiciones por millones de trabajadores. De vuelta en Lovaina, pasamos un día espectacular, y lo cerramos cenando todos juntos en casa unos fideos con salsa bolognesa y un toque argento.
Sencillamente fabuloso ese paseo. Lo máximo. Voy a viajar con otras personas en plan turístico, pero modestamente. Me encantaría contactarlos para que me de algunos datos. Un abrazo. Le escribo desde Venezuela.
Hola Alfredo, muchas gracias. Podés contactarnos a través de este medio o por facebook http://www.facebook.com/periodistasviajeros. Saludos y en lo que podamos te damos una mano!
Muy lindo viaje los felicito, buenas fotos y muy bien explicado todos los parajes, de cada lugar.-
Muy bueno, se guarda el post para futura lectura de cara a poder ir algún día a Bélgica, tierra de antepasados y no conozco nada. Saludos
Gracias amigo!! No sabía que tenías antepasados belgas! Saludos!!
Ese perro!! es el animal mas famoso de Brujas! Aparecio en la pelicula Escondidos en Brujas! y yo tambien tengo su foto que saque desde un paseo por el canal, hermosa brujas, perfectamente conservada a traves de los años y cumple con las expectativas de ese lugar, es como el escenario perfecto para miles de fotos! cenar en la Mark es unico!
Hola Silvia! Sí!! jaja Es Precioso Fidel y mega archi reconocido en todo el mundo!Gracias por compartir con nosotros tu experiencia!
Me encantó el post! hermosas las fotos además!
En Julio estaré llegando y me voy a instalar en Lovaina por unos meses, qué tal la ciudad? me dijeron que es muy tranquila y queda cerca de Bruselas, pero en cuanto a convivencia cotidiana? creen que es un buen lugar para pasar unos meses?
Gracias y saludos!
Hola Aye!! Muchas gracias por escribirnos! Lovaina es una ciudad perfecta para alojarse. Tranquila pero con mucha onda de estudiantes. Según nos contaba nuestra amiga la convivencia cotidiana es muy buena! Excepto los domingo que está todo cerrado! Hay que acostumbrarse a eso en Europa, ja.
hermoso el viaje este año parto al mediterráneo español y luego voy a Roma hacia el norte
Hola Marta! Muchas Gracias por escribirnos! Qué lindo el mediterráneo español! Y norte de Roma también! Italia todavía forma parte de los pendientes de periodistas Viajeros!
Hola Marta! Muchas Gracias por escribirnos! Qué lindo el mediterráneo español! Y norte de Roma también! Italia todavía forma parte de los pendientes de periodistas Viajeros!
Hola Mario! Muchas gracias por escribirnos! Un placer! Saludos!
Hola! Una pregunta, ¿entonces con un rail pass de 10 viajes se puede utilizar el mismo para varias personas? saludos!
Hola Georgina, sí, lo único preguntá bien cómo se llama. Se compra como un ticket para 10 pasajes en tren por toda Bélgica y se va anotando fecha, nombre y dni mientras se van usando los trayectos. Te conviene hacer el cálculo para qué trayectos vale la pena usarlo. Dividís el precio total por 10 y si el trayecto te sale menos que el número final no te conviene. Cualquier otra duda aquí estamos!
Muy buena la descripción del viaje.Bélgica y Holanda son asignaturas pendientes, quizás desde París, este año haga una escapadita a Brujas, pero me gustaría conocerlos con más tiempo ,en otro viaje al que agregaría algunas ciudades alemanas. ¿Han visitado algunas de ellas? Yo solamente Berlín. Espero poder utilizar vuestra descripción. Saludos.
Sí, Bélgica es pequeño, pero creo que me quedaría meses enteros para disfrutar de cada uno de sus rincones. ¡Nunca es suficiente!
Quienes tengan un tiempito más, me atrevo a sugerirles que visiten Dinant (no necesitáis mas de un día), un pueblo enclavado entre el río Mosa y abruptos acantilados (en donde se puede visitar la Mansión Leffe, para los amantes de la historia y la cerveza)