Partimos a nuestro último destino: el Taj Mahal. ¡Cuántas veces soñamos con llegar hasta él! Son las nueve, hora de salida hacia Agra precisamente la ciudad en donde se asienta el Taj Mahal.

Abril 2013

Nuestra visita a Jaipur, la ciudad Rosa, capital del Rajastán, nos dejó una imprescindible e inolvidable visita al Amber Palace, ubicado en las alturas en las afueras de la ciudad, además de visitas a palacios, al observatorio real y compras de la ropa más barata de India en el corazón de la ciudad amurallada.

Como Shyam nuestro chofer no está en el auto lo voy a buscar a su cuarto, el cuarto de los choferes, que se ubica en la parte de atrás del hotel. Esto es una práctica habitual en India, casi todos los hoteles tienen habitaciones con precios reducidos o gratis para los conductores que les llevan clientes. Al ver las pésimas condiciones en que duermen, con camastros sucios, todos hacinados, con paredes descascaradas y húmedas y piso de tierra, me agarró flor de enojo y me voy directo a hablar con el conserje. En condiciones normales mi inglés no es de los mejores, pero cuando estoy sumamente enojado, empeora bastante y alterno amenazas e insultos en español. La explicación del hombre es ridícula, me dice que la habitación está así porque los choferes no la cuidan y yo que cada vez levanto más temperatura. En general cuando ocurre un hecho polémico es al revés, Caro es la enojada y yo el que pongo paños fríos. Para finalizar la discusión lo amenazamos con que si no mejoran las condiciones de los choferes los vamos a denunciar en nuestro blog y en cuanta publicación encontremos. El hotel se llama Suryaa Villa lindo y cómodo para los extranjeros que tienen algunos dólares y pésimo para los trabajadores indios. Si tienen la oportunidad de viajar a India pongan atención a la situación de los trabajadores, en el caso de los conductores nos dimos cuenta demasiado tarde.

Camino al Taj Mahal…en una rita india

Después de la disputa salimos para Agra emplazada a menos de cinco horas de auto de Jaipur. Agra se ubica a orillas del río Yamuna y ya no forma parte del Rajastán sino del estado de Uttar Pradesh. Fue fundada a principios del siglo XVI y por más de cien años fue la capital del imperio Mogol, descendientes de los Mongoles que iniciaron su avanzada conquistadora con Gengis Khan cuatro siglos antes.

Agra es descorazonadora, tanto que muchos turistas viajan sólo para visitar el Taj Mahal y luego vuelven raudamente a Delhi el mismo día. Uno podría pensar que la ciudad que posee el monumento más visitado de la India y uno de los más visitados del planeta tendría cierta prosperidad pero lamentablemente no es así. Se ve pobreza y suciedad por todos lados, la mayoría de los hoteles se ubican en una avenida de doble mano a pocos metros de la entrada al predio del Taj Mahal y los casi dos millones de habitantes que viven por allí hacen lo que pueden a su alrededor.

Ciudad de Agra, India

Ciudad de Agra, India

Nos alojamos en el Hotel M House, es feo y barato, pero tiene lugar para estacionar fácil el auto de Shyam que además nos asegura que el cuarto en el que dormirá está bien. Luego del almuerzo nos reunimos con nuestro conductor que nos propone dos actividades: por un lado visitar el Mausoleo de Itimad-ud-Daulah conocido por su parecido como el pequeño Taj Mahal y luego apostarnos al otro lado del río Yamuna para sacar excelentes fotos del verdadero Taj Mahal. Como es tarde la visita al interior del predio la realizaremos mañana bien temprano.

Ciudad de Agra, India

Ciudad de Agra, India

Pequeño Taj Majal, Agra, India

El pequeño Taj aparece en la orilla contraria al Taj Mahal y es el mausoleo de Mirza Guiyas Beg padre de la primera esposa del emperador Jahargin e importante ministro del gobierno. Para llegar a la tumba hay que cruzar unos cuidados jardines con pequeños cursos de aguas que se encuentran desiertos. Nos quedamos un rato por allí, paseando en silencio y disfrutando la belleza artística del mausoleo.

Mini Taj Mahal, Agra, India

Mini Taj Mahal, Agra, India

Mini Taj Mahal, Agra, India

Mini Taj Mahal, Agra, India

Mini Taj Mahal, Agra, India

Luego volvemos al auto y andamos a los saltos por caminos de tierra casi intransitables y con montones de personas viviendo en carpas a sus lados. Shyam estaciona y nos pasa buena data, nos aconseja que tomemos por el sendero que es gratis, en vez de ir por el parque que cuesta 100 rupias por persona. Por las calles de la India uno se puede encontrar con las personas más exóticas de la tierra, bramanes, monjes, mendigos, vendedores, buscavidas, caminantes, cargadores, seguidores de Vishnú, Shiva, Lakshmi, Kali y cualquier otra de las deidades del enorme panteón religioso hindú. En este caso, pasamos por una serie de puestos de venta y nos quedamos un rato mirando a un hombre viejo y barbado que con todo cariño le da de tomar agua de una botella a su mono.

Mirando el Taj Mahal desde la otra orilla

Siguiendo el sendero nos aparece de pronto tras una curva la enorme figura del Taj Mahal, es impresionante. Detrás nuestro hay un campamento militar con varios soldados que te chiflan si te acercas demasiado al alambrado que da al río que está seco en esta parte. Nosotros sacamos fotos y esperamos. Esperamos que el cielo que está de un gris oscuro nos de un rayo de sol para sacar la foto perfecta. Pero el perfecto atardecer no llegar…se ve que no estamos en temporada…el cielo va de gris a negro.Cuando ya cae la noche vamos hasta el auto para regresar al hotel.

Taj Mahal desde la otra orilla, Agra, India

Taj Mahal desde la otra orilla, Agra, India

Taj Mahal desde la otra orilla, Agra, India

Taj Mahal desde la otra orilla, Agra, India

Taj Mahal desde la otra orilla, Agra, India

Como es nuestra última noche invitamos a Shyam a cenar. A esta altura después de dos semanas juntos además de nuestro chofer y guía lo consideramos un amigo. Nos sentamos en la terraza del restaurante de enfrente, comemos pollo al Tandori (horno de barro), arroz blanco, butter mutton (cordero a la manteca) y algunas cervezas. Todo muy rico,  charlamos largamente de su vida como chofer en donde pasa semanas sin ver a su familia, nos muestra las fotos de su hijo e hijita y de su esposa. Caro le pregunta si le gustaría tener otro hijo, a lo que le responde que sería imposible, porque su gurú le aseguró que tendría solo dos. Le repregunto que pasaría si sucediera, nos repite que sería imposible, porque su gurú nunca se equivoca. Casi todo el mundo en la India tiene un gurú, una especie de consejero moral y religioso con carácter de infalible. Al final de la cena, como nos pasó varias veces el mozo no se queda contento con la propina que le damos y se va balbuciando por lo bajo, suponemos que puteadas en hindi.

Agra, India

Agra, India

Cinco y media suena el despertador ¡Que sueño! Dicen que ver el amanecer en el Taj Mahal es una experiencia inolvidable. Esperamos que el madrugón valga la pena. Recién está clareando, salimos y caminamos los cien metros que nos separan de la entrada al predio del Taj Mahal que abre a las seis de la matina. Andamos por el sendero en donde muchas familias indias se encuentran sentadas en el pasto desayunando. También varios turistas se dirigen al mismo lugar que nosotros.

Alrededores del Taj Mahal, Agra, India

Entrada Taj Mahal, Agra, India

Taj Mahal, India

Pagamos las entradas 750 rupias (aprox U$ 15) cada uno, el precio para los nativos es de 50 rupias. Hay que tener en cuenta que existen muchas restricciones para el ingreso de todo tipo de cosas desde las lógicas como elementos cortantes y demás hasta las ilógicas como una computadora o una tableta. Para evitar problemas conviene llevar solo el celular y la cámara de fotos. Todo lo demás se deja en el hotel o se guarda en un locker medio escondido a uno doscientos metros de la entrada,  en el lugar mas incómodo que a alguien se le pueda haber ocurrido.

Ahora sí, pasando un fino arco de piedra aparece el monumento al amor. Me quedo totalmente extasiada, emocionada, atónita e inmóvil frente a lo que ven mis ojos. No puedo dejar de sonreir, mirarlo y volver a sonreir. Le doy un beso a machi y siento que me explota el corazón y que el amor del Taj Mahal me atraviesa las venas. Es de esas experiencias que siempre soñaste y cuando estás ahí frente con los ojos abiertos de par en par, todavía sentís que estás dormida. Damos vueltas por allí, nos sentamos a admirarlo, nos preguntamos cómo lo hicieron, como se llega a tan magnífica perfección. El amanecer ya se hizo presente, pero el sol sigue escondido entre nubes. Lo bueno de la hora es que no hay demasiadas personas. (CARO)

Taj Mahal, India

Taj Mahal, India

Taj Mahal, India

El Taj Mahal fue construido por el emperador mogol Sha Jahan, quien a mediados del siglo XVII gobernaba el estado de Uttar Pradesh, en el norte de India. Su esposa más querida Mumtaz Mahal (tanto los musulmanes como los hindúes pueden poseer todas las esposas que puedan mantener) falleció al dar a luz a su decimocuarto hijo. Entonces el emperador lleno de dolor inició la construcción del Taj Mahal en su honor, obra que se extendería por más de veinte años y que dejaría exhaustas las arcas de la corona.

Taj Mahal, India

Ya enfermo, el emperador sería encarcelado hasta su muerte por uno de sus hijos en el fuerte de Agra, cerquita del Taj, del otro lado del río Yamuna.  Desde su celda, por una pequeña ventana, podía ver la gloriosa cúpula blanca del Taj Mahal, recordar a su esposa y quizás pensar en que la construcción de esa impresionante obra se convirtió también en la culpable de su triste final.

Taj Mahal, India

Taj Mahal, India

Taj Mahal, India

Caro no puede parar de sacar fotos. Cuando le saco la cámara, sigue con su celular. La cúpula de mármol es sencillamente impresionante y eso que la polución la ha ido oscureciendo un poco.  Cuesta dejar de admirarlo, de recorrerlo, de volver sobre nuestros pasos para que cada una de sus obras de arte se quede grabada en la memoria.

Taj Mahal, India

Taj Mahal, India

Taj Mahal, India

Cuando emprendemos el camino de salida, son miles las personas que ingresan, turistas y también indios. Como en varios lugares del sudeste asiático, nosotros también somos atracciones turísticas para los locales. Se nos acerca tímidamente un indio que se presenta como profesor de escuela, nos pide permiso para que él y sus alumnos se saquen una fotos con nosotros y el Taj Mahal detrás. Nos miramos y sonreímos cómplices. Aceptamos obviamente. De repente aparecen jóvenes y más jóvenes. Y la foto grupal termina siendo una foto con cada uno de ellos, debimos estar al menos quince minutos entre uno y uno…¡La fila india no terminaba más!

Taj Mahal, India

Taj Mahal, India

Taj Mahal, India

 

Taj Mahal, India

Sentimos un poco de culpa al decirle adiós el Taj Mahal, no sabemos si a todo el mundo le pasará lo mismo. Culpa de irnos demasiado rápido, de no terminar de apreciar la imponente belleza del lugar, de olvidar de ver detalles o de perdernos algo importante. Nos pasa siempre que partimos de algún sitio de extremada belleza ya sea realizado por la mano del hombre o por la naturaleza. Pegamos  una  última mirada y nos despedimos del Taj ¡Cuántas sensaciones! Llevará tiempo procesarlas.

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1 Comentario

  • Genial, me encanta leeros. ¡Le tengo unas ganas a India que cada vez se me hace más complicado no escaparme y disfrutar tanto como vosotros de ese mundo paralelo que parece ser! 😀