El sol tímido del invierno se mete por la ventana del bus, mientras a  nuestro alrededor se suceden pequeñas aldeas rodeadas de viñas. De Siena a San Gimignano hay menos de una hora de viaje (desde Florencia es aproximadamente el mismo tiempo). Los tickets se compran en negocios similares a nuestros kioscos llamados Tabaccherias y cuestan 6 euros cada uno. Para llegar a San Gimignano nos bajamos en un pueblo llamado Poggibonsi y en el mismo lugar tomamos otro bus (con el mismo ticket) para diez minutos más tarde sí llegar a destino.

San Gimignano, Toscana, Italia

San Gimignano, Toscana, Italia

Descendemos frente a la puerta de San Giovanni mientras contemplamos la alta la muralla que rodea a la ciudad. Más allá se extiende el estacionamiento en donde dejan los autos residentes y viajeros con vehículos de alquiler, ya que dentro de las murallas no están permitidos. En verano son miles los turistas que llegan para pasar el día, pero en esta época, se puede caminar tranquilamente respirando el aire diáfano de las montañas, el olor a madera ahumada de los hornos de barro y sortear también algún contingente de coreanos o japoneses que alegres y siempre juntos recorren la ciudad.

San Gimignano, Toscana, Italia

San Gimignano, Toscana, Italia

La memoria, los recuerdos de lugares o personas muchas veces recorren caminos misteriosos en nuestras cabezas. Hay filósofos que aseguran que uno siempre recuerda lo último que recordó y que lo vuelve a reconstruir a partir de allí. Como cuando vemos nuestras fotos de chiquitos y asumimos que recordamos ese preciso momento con detalles y todo. Si nosotros tuviéramos que hacer un mapa de la memoria de La Toscana en invierno, la primera sensación es olfativa. El olor a madera ahumada que utilizan para cocinar o calentarse flota en el aire y nos transporta entre vides y olivas de Siena a San Gimignano, de Florencia a Montalcino, del Chianti a Pisa.

La Toscana en su esplendor, San Gimignano, Italia

La Toscana en su esplendor, San Gimignano, Italia

La calle principal se llama San Giovanni a un lado de la piazza del Duomo y San Mateo al otro; y recorre el pueblo de manera transversal cruzando además de la del Duomo, la piazza de la Cisterna, sus dos principales y más bellas plazas; rodeadas por la catedral la primera y por pétreos palacios que actualmente son hoteles y el aljibe de piedra en el centro, la segunda.

Piazza de la Ciesterna, San Gimignano, Toscana, Italia

Piazza de la Ciesterna, San Gimignano, Toscana, Italia

San Gimignano, Toscana, Italia

Piazza del Duomo de noche San Gimignano, Toscana, Italia

Gelatería Dondoli en la Piazza de la Cisterna, San Gimignano

Gelatería Dondoli en la Piazza de la Cisterna, San Gimignano

También hay dos heladerías que proclaman vender los mejores helados del mundo. ¡Hasta participan del concurso mundial de helados! Nos habían recomendado la heladería Dondoli y hacia allí fuimos. No probamos la otra para comparar, ¡pero que era rico seguro!

Gelatería Dondoli en la Piazza de la Cisterna, San Gimignano

Gelatería Dondoli en la Piazza de la Cisterna, San Gimignano

16.-San-Gimignano,-Toscana,-Italia

¡No podíamos dejar de probar el helado!

Torre Grossa, San Gimignano, Italia

Torre Grossa, San Gimignano, Italia

En nuestro camino se suceden antiguas edificaciones, la biblioteca con más de 35 mil volúmenes, la sede del ayuntamiento y orgullosas torres como la Grossa o la Rognosa (que fuera la prisión) ambas de más cincuenta metros de altura. En tiempos medievales, la ciudad llegó a tener más de setenta como símbolo de su prosperidad. En la actualidad son catorce y se puede subir a la mayoría de ellas para encontrar hermosas vistas. Caminamos por la calle principal con pequeños negocios de souvenirs, encantadoras vinerías, con botellas de chianti, rosso de Montepulciano, brunello de Montalcino y vernaccia, el vino blanco local.

San Gimignano, Toscana, Italia

San Gimignano, Toscana, Italia

San Gimignano en un día lluvioso

San Gimignano en un día lluvioso de febrero.

San Gimignano en un lluvioso día de febrero.

San Gimignano en un lluvioso día de febrero.

Salumería de San Gimignano, Toscana, Italia

Salumería de San Gimignano, Toscana, Italia

En los negocios se venden además variedad de quesos, prociuttos cocidos y crudos, salames que dan ganas de comprarse (robarse) todo, aceitunas rellenas, azafrán y patés de tartufo (trufa) blanco y negro. Una delicia.

Salumeria de San Gimignano. La carne de jabalí es uno de los productos típicos.

Salumeria de San Gimignano. La carne de jabalí es uno de los productos típicos.

Visitar San Gimignano solo por el día, implica perderse una parte importante de la ciudad, su esencia, el hechizo que producen las sombras, los faroles que derraman su luz en los adoquines, sus callejones oscuros que hablan en susurros y sus misteriosas calles con nombres que evocan otros tiempos como el callejón del oro (vicolo dell´oro) en donde tenían sus talleres los orfebres o de las ermitañas (delle romite) en donde monjas del convento de Santa Magdalena tenían sus austeros cuartos.

Piazza de la Cisterna, San Gimignano, Toscana, Italia

Piazza de la Cisterna, San Gimignano, Toscana, Italia

En este pueblo desplegó su diplomacia Dante Alighieri en nombre de Florencia, marcharon Templarios y Caballeros de Malta y pintó Simone Martini. También Gimignano, obispo de Siena, antes de ser proclamado santo y nombrar al pueblo, brindó sus oraciones y suponemos que su ayuda para salvar a la ciudad de la invasión del mismísimo Atila, rey de los Hunos. Como Brujas, Toledo, Cesky Krumlov y tantas otras maravillosas y antiguas ciudades, San Gimignano tiene la bendición/maldición de ser un pequeño pueblo cercano a grandes e imponentes ciudades que son un gran foco de atracción turística. Eso lo hace un buen lugar para “despacharlo” en medio día de visita. Lo bueno es que por la noche nos queda todo para nosotros.

Puerta de San Mateo, San Gimignano, Toscana, Italia

Puerta de San Mateo, San Gimignano, Toscana, Italia

Cruzamos la puerta de San Mateo cuando el atardecer dibuja una línea naranja sobre los olivos mientras las nubes negras anuncian que se viene una tormenta. La magia impregna el ambiente, la ciudad va quedando desierta y los lugareños vuelven a su ritmo pausado. Por al lado nuestro pasan dos modernos peregrinos que caminan la antigua Vía Francígena o parte de ella porque completa se extiende por 1700 kilómetros desde la lejana Canterbury en Inglaterra, pasando por Francia y Suiza para luego sí ingresar a Italia y descender por la Toscana camino a Roma, hasta la basílica de San Pedro. San Gimignano es parada obligada de los peregrinos, no solo por su belleza sino también por su ubicación entre Florencia y Siena.

Vía Francígena que pasa por San Gimignano

Vía Francígena que pasa por San Gimignano

Vía Francígena que pasa por San Gimignano

Vía Francígena que pasa por San Gimignano

Patio de nuestro alojamiento, el Palazzo Buonaccorsi

Patio de nuestro alojamiento, el Palazzo Buonaccorsi

Cuando ya está oscuro ingresamos por la puerta de San Mateo y a unos pocos pasos se ubica nuestro palazzo del siglo XIII. Por lo menos por dos días un cuarto del antiguo Palacio Buonaccorsi nos pertenece. Con sus habitaciones amplias, su patio interior que invita a soñar y la amabilidad de Pier Luiggi, que por sus raíces peruanas habla un perfecto español y su esposa Marzia, nos sentimos como en casa. Una casa mucho más grande que la nuestra por supuesto.

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Uno de los cuartos del Palazza Buonaccorsi, San Gimignano, Toscana, Italia

Uno de los cuartos del Palazza Buonaccorsi. Las habitaciones se mantienen idénticas a cuando fue construido, hasta con la misma decoración. Tienen habitaciones con camas múltiples y a precio promocional para peregrinos. ¡Consulten directamente con ellos!

Vista desde la ventana de nuestro cuarto.

Vista desde la ventana de nuestro cuarto. Palazzo Buonaccorsi es un típico palacio medieval del 1300 que pertenecía a una acaudalada familia que manejaba el agua de la ciudad

La noche está oscura, pesada, húmeda, con paraguas por las dudas y sus recomendaciones salimos a cenar, nos entretenemos en la piazza de la Cisterna, la noche fluye, el tiempo vuela.

04.-San-Gimignano,-Toscana,-Italia

Piazza de la Cisterna, San Gimignano, Toscana, Italia

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2 Comentarios

  • que lindo el relato de vuestro viaje me encanto yo voy en dos meses a Italia y entre otros lugares tenia pensado visitar Florencia , Siena, Lucca y Pisa en un mismo dìa y Versilia pero ahora me dieron muchas ganas de incorporar también San Gimignano-
    Estaré hospedado en Florencia y que solo tenga una hora de viaje suena tentador, veré como me organizo con los lugares.