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India: Dos semanas en auto por el Rajastán – 2da parte

Marzo – Abril 2013

¿Cómo recorrer dos semanas en auto por el Rajastán?

Les contamos como alquilar un auto con chofer en India. Itinerario, hoteles y precios. La primera parte de nuestro itinerario por el Rajastán nos llevó por Mandawa, Bikaner, el templo de las Ratas, Jaisalmer y Jodhpur ¡seguimos con la segunda parte!

Ranakpur

El viaje dura entre tres y cuatro horas. Ranakpur es  pequeña y en las afueras se ubican algunos hoteles sobre una ruta tranquila y arbolada. De fondo se ven montañas un tanto raleadas, a la espera de las lluvias para recuperar su verdor. Mientras viajamos, vacas y cabras caminan o duermen en medio de la ruta y esto hace que muchas veces sea una carrera de obstáculos andar por aquí. Entramos al espacioso estacionamiento del hotel que se llama Chandra Hill resort, grande, rústico, 900 rupias por el cuarto, espacioso con TV y A/C. Bajamos a almorzar y allí come un contingente que sigue viaje. Los mozos nos hacen un lío bárbaro con el menú, la cuestión es que para los que no se hospedan en el hotel, la comida cuesta el doble. Descansamos hasta las cuatro de la tarde y allí vamos hasta el complejo de templos jainistas que se ubica a pocos metros. Espectacular obra de arte el templo principal. Pagamos solo 100 rupias por la cámara.

Templo Jainista, Ranakpur, India

Templo Jainista, Ranakpur, India

Monos en Ranakpur, India

De allí vamos hasta el lago que se ubica al final de un sendero, al salir descansan en el estacionamiento unos monos  grises de cara negra. El paisaje es de paz y tranquilidad, va cayendo la tarde y nos vamos a comprar cervezas y hielo al pueblo.  A la noche cenamos en la más absoluta soledad y a media luz en el restaurante del hotel. Por suerte el cordero con salsa masala y el pollo tandoori están a la altura de las circunstancias.

Machi y Shyam en Lago, Ranakpur, India

Shyam, nuestro chofer en Ranakpur, India

Udaipur

Mujer en Festival, Udaipur, India

Udaipur se ubica a tan sólo dos horas de Ranakpur, así que el viaje es casi un paseo, por lindos caminos, entre cabras y vacas y búfalos que se cruzan constantemente por la ruta. Udaipur se nos aparece con sus intrincadas callejuelas que suben y bajan y se deslizan hasta el lago. En medio de la ciudad omnipresente se encuentra el palacio. Paramos en un hotel que no nos gusta demasiado y luego vamos hasta otro que nos gusta pero que está caro para nuestro presupuesto. Negociamos, el cuarto está muy bien, con vista al lago,  amplio, con A/C y el wifi funciona bien, además está incluido el desayuno. El hotel se llama Pichola haveli, 1300 rupias la noche. Está perfectamente ubicado a metros del arco que da al lago Pichola en Gangaur gath. Shyam nos dice que como todo es muy cerca y es problemático estacionar, nos vemos en dos días. Así que dejamos las cosas y salimos a dar una vuelta, enfrente nuestro del otro lado del lago se ubican otros gaths y hoteles de diseño hindú. En medio del lago un palacio convertido en hotel otorga una vista esplendida. Salimos al gath Gangaur y decenas de mujeres con sus trajes coloridos transportan muñecas en sus cabezas y luego ascienden por la calle que sale del lago. Todo muy colorido y ruidoso con las vacas en el medio y niños pidiéndole a sus padres que les compren algún juguete de los muchos que están a la venta sobre mantas en la calle. Luego cruzamos el puente y nos vamos al otro lado del lago al Hanuman gath en donde cae espectacular la tarde detrás nuestro, reflejando las almenas del castillo que comienza a encender sus luces.  Cenamos en la terraza del Dream Heaven, un restaurante que nos habían recomendado unos argentinos en Varanasi, buena comida y buenas vistas.

Festival, Udaipur, India

Caro y Machi, Udaipur, India

Lago Pichola y City Palace, Udaipur, India

Al día siguiente caminamos las pocas cuadras que nos separan del palacio, entre negocios de ropa, artesanías y pinturas. Todos te llaman, te preguntan de dónde sos, te ofrecen, te piden. En el palacio la entrada cuesta 115 rupias cada uno, más 220 por la cámara.  Recorremos los diferentes corredores, ingresamos al harem y a las salas reales, buscamos las mejores vistas del lago y de la ciudad y tratamos de apartarnos de los numerosos contingentes de turistas que andan por allí.

City Palace, y Lago Pichola, Udaipur, India

City Palace, y Lago Pichola, Udaipur, India

Pushkar

Nos encontramos con Shyam después de dos días, nos recibe sonriente y puntual en la puerta del hotel y salimos hacia Pushkar, son unas cinco horas de viaje por una ruta ventosa y con mucho polvo. Hace calor, pero el A/C del auto mitiga todo. Pasamos por Ajmer, la ciudad más grande que se ubica a once kilómetros de Pushkar, similar a otras ciudades indias, llena de gente, animales y basura, bordeamos el lago y vamos entrando en Pushkar, pequeña y de carácter sagrado. Todo lo que se come allí es vegetariano, no se permite ni siquiera consumir huevos, menos que menos cualquier tipo de bebida alcohólica, directamente no la venden. Recorremos tres hoteles bastante malos, pasamos por el mejor de los “baratos” el Seven Heaven, pero cuesta 1700 rupias, muy por encima de nuestro presupuesto. Justo a unos metros aparece una linda haveli, llamada hotel Kanhaia haveli, previo regateo, 1000 rupias la noche,  así que nos quedamos. Está bien el cuarto, con A/C e internet. Nos volvemos a despedir de Shyam por dos días porque aquí también se hace todo a pie. Luego vamos a conocer la ciudad, el punto central es el lago Pushkar, a su alrededor se ubican todos los gaths en donde se realizan los rituales hinduístas. Caminamos a través del gath de Ghandi, el de Brahma, el de Shiva y los demás. Cada tanto se acerca alguien para darte flores o algún ungüento, esperando propina y desde lugares escondidos nos gritan por llevar puestos los zapatos. Parece que no se puede andar calzado en un número determinado de escalones. La cuestión es que todos los escalones tienes bosta de vaca, cabra, mono, humana y encima están lleno de ratas. Pegamos toda la vuelta a la circunferencia y llegamos hasta un grupo de jóvenes que nos piden sacarse fotos con nosotros. Un mono enorme salta delante nuestro y nos hace pegar un buen susto.

Lago Pushkar, Pushkar, India

Al salir, caminamos por la calle principal llena de negocios de ropa y con algunos turistas hippies y llegamos hasta el templo de Brahma. En el frente descansan camellos que hacen la travesía al desierto y búfalos negros y enormes. Pushkar es una de las mejores ciudades de India para comprar ropa de buena calidad y en grandes cantidades. Todas las noches desaparece la energía eléctrica y la ciudad queda en penumbras, solo iluminada con velas de algunos negocios.

Venta de ropa, Pushkar, India

Jaipur

El viaje dura tres horas, vamos charlando acerca de la vida y Shyam nos cuenta algunas costumbres indias: como que sí o sí los hombres necesitan tener hijos varones porque no existe ningún tipo de jubilación en el país y son ellos los que se encargan de sus padres cuando son muy mayores. O cómo son las bodas, que se llevan a cabo en días de buena suerte y un gurú les lee las manos a los novios para trazarles su destino que ya está escrito. Jaipur es una ciudad grande, con más de tres millones de habitantes. Un cuarto de ellos vive dentro de las murallas de la Ciudad Vieja y el resto en las afueras. Al llegar nos metemos en un callejón que tiene tres hoteles, recién en el tercero nos quedamos. Nos piden 1500 rupias, pero luego de un par de gritos de Caro, quedamos en 1350. Se llama Suryaa villa. El cuarto está muy bien y además el hotel tiene una pequeña pileta en el patio interior junto al restaurante. Más tarde Shyam nos deja en la Ciudad Vieja, en donde están todos los bazares y locales de ropa a la calle y junto con Pushkar son los mejores lugares del Rajastán para hacer compras. La visita a palacios y fuertes queda para el día siguiente. A Jaipur la llaman la Ciudad Rosa, aunque en realidad sus edificaciones son todas de color ocre.

Temprano iniciamos las visitas a los palacios, hay que tener en cuenta que en Jaipur algunos de los lugares quedan bastante lejos. Ingresamos por una de las puertas a la Ciudad Vieja que todavía tiene casi todos sus locales cerrados y vamos caminando hasta el City Palace, pagamos 300 rupias cada uno,  hay muy poca gente y disfrutamos de caminar por allí en soledad. Cada tanto los guardias vestidos de blanco y con turbante rojo nos paran para sacarse una foto con nosotros y pedir propina. Salimos y caminamos hasta el Antiguo Observatorio, para entrar allí también hay que pagar una entrada de 350 rupias, pero con esta entrada se pueden visitar el resto de las atracciones de la ciudad. El Observatorio es un predio al aire libre, con jardines y una amplia variedad de relojes solares. Al salir de allí vamos hasta otro de los palacios, está en obra la fachada, es el importante Hawamahal.

Hawamahal, Jaipur, India

Palacio, Jaipur, India

Pasado el mediodía nos dirigimos hasta el Amber palace, el plato fuerte de la ciudad. En el camino vemos el bonito Lake palace y a medida que nos acercamos las vistas son increíbles, junto al Amber se ubica el Nahargarh fort, también imponente. En el complejo palaciego también hay un templo y son miles las personas que hacen cola para entrar. Nos perdemos por recovecos en donde pasamos de una sala llena de turistas a otra en donde estamos totalmente solos. Lo mismo con salas finamente decoradas y otras que hasta parecen abandonadas. Desde un balcón sacamos fotos a algunos monos que juegan, pelean y hasta atacan si ven algo parecido a comida.

Palacio de Amber, Jaipur, India

Fila para entrar al templo, Jaipur, India

Agra

Salimos para Agra, a unas cinco horas de viaje. Llegamos en menos, ya aprendimos que Shyam siempre nos dice de más, seguro que para que los turistas no protesten. Agra como ya lo sabíamos no es nada agraciada (por ser buenos), los hoteles se ubican en una calle sucia cerca de la entrada al predio del Taj Mahal. Vamos al Hotel M house, no es bueno ni lindo, pero tiene lugar para estacionar fácil el auto y además es nuestro último día como para andar dando muchas vueltas. Nos cuesta 1000 rupias. Recorremos la calle en busca de un lugar para almorzar, dudamos, siempre la duda, porque los restaurantes son oscuros, están siempre vacíos o en un primer piso y hay que andar subiendo sin saber a dónde.  A las cuatro nos reunimos con Shyam, en este primer día vamos hasta un lugar en donde hay una buena vista del Taj Mahal del otro lado del río. Al día siguiente entraremos al predio propiamente dicho. Antes de llegar ingresamos al conocido Mausoleo de Itimad-ud-Daulah conocido como Mini Taj Mahal, 100 rupias cada uno, una elaborada obra de arte. Luego caminamos hasta la ribera del río por un atajo gratuito, si se ingresa por el parque de al lado cuesta 100 rupias. La visión del Taj Mahal es estupenda, impresionante. Estamos allí un buen rato. A la noche invitamos a Shyam a cenar en nuestra última noche. Todo muy divertido, comemos bien, pollo tandoori, butter mutton (cordero con salsa de manteca, tomate y especias) y un par de cervezas, nos muestra las fotos de su familia y nosotros le mostramos las de las nuestras.

Mini Taj Mahal, Agra, India

Cinco y media suena el despertador. Recién está clareando, salimos y caminamos los cien metros que nos separan de la entrada al Taj Mahal. Andamos por el sendero en donde bastantes indios se encuentran sentados en el pasto y varios turistas se dirigen al mismo lugar que nosotros. Pagamos los tickets 750 rupias cada uno y entramos. Ahora sí caminamos unos doscientos metros más y allí se nos aparece el monumento mongol al amor. Lo construyó el emperador Sha Jahan en memoria de su esposa que murió dando a luz a su hijo número catorce. Todo de mármol es sencillamente impresionante. Damos vueltas por allí, nos sentamos a admirarlo, lo bueno de la hora es que no hay tanta gente. Todavía no podemos creer estar frente al Taj Mahal. El tiempo se nos pasa volando allí, mágicamente.

Taj Mahal, Agra, India

Taj Mahal, Agra, India

Taj Mahal, Agra, India

Taj Mahal, Agra, India

Taj Mahal, Agra, India

A las nueve y media salimos para Nueva Delhi, llegamos en cuatro horas, volvemos al mismo hotel que dejamos hace ya dos semanas y donde recuperamos las valijas que habíamos dejado. ¡Que rápido pasaron! Nos despedimos de Shyam con un abrazo y un agradecimiento por su profesionalismo y buena onda, le damos de propina lo máximo que nos queda del presupuesto, 3000 rupias. Y la promesa de recomendarlo a todos nuestros amigos.

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2 Comentarios

  • Hola, acabo de escucharlos por continental y me encantaron los comentarios de sus experiencias de viajes, demas esta decir que al toque busque periodistasviajeros.com y es toy leyendo con placer las descripciones de viajes tales como India y Nepal, que estuvimos con mi esposo en marzo del 2014. Muy buena la narrativa, y como transmiten las sensaciones,los felicito. Nosotros viiajamos bastante, al menos una vez al ano , Europa, en especial italia completa y estamos previendo para mayo la rep checa, eslovaquia, croacia y eslovenia, Siempre por las nuestras, en auto y tratando de aconsejarnos con gente del lugar que visitamos. Asi que leere con atencion vuestros comentarios de esos destinos. Un beso y les comprare el libro

  • Buenisimo el viaje yo y mi esposa estamos programando un viaje a la india, para el proximo año.
    quisiera saber como llegar al hotel, para realizar el viaje dado que lo que mas desconfianza siente siempre uno es la inseguridad y mas aun cuando no conoce el idioma.