La provincia de Salta tiene pueblos y paisajes imperdibles. Les contamos nuestro recorrido en el roadtrip por los Valles Calchaquíes empezando por Cachi; la ruta del vino hasta Cafayate y la quebrada de las Conchas hasta Guachipas
Después de visitar Salta capital, subirnos al tren a las nubes, alquilamos una camioneta pick up en Rada rent a car, empresa de alquiler de autos low cost en Salta y Jujuy, por tres días para recorrer el sur de la provincia. Es la manera más confortable, para hacerlo sin pensar en horarios y pudiendo parar a disfrutar del paisaje, sacar fotos o almorzar. Retiramos una
Chevrolet S10 4×2 Manual con kilometraje ilimitado y diesel, en la oficina ubicada frente a la Plaza 9 de julio justo al lado del Museo MAAM y la entregamos en la oficina del Aeropuerto Internacional General Martín Miguel de Güemes antes de tomar el vuelo de regreso a Buenos Aires. Así empezamos nuestro roadtrip por los Valles Calchaquíes.

Desde Salta capital a Cachi hay unos 160 kilómetros, que alternan zonas asfaltadas con otras de ripio. Hay que tomar las rutas 68, 33 y 40 y se tarda unas 4 horas aproximadamente en llegar.
Salta capital se encuentra a unos 1200 metros sobre el nivel del mar, mientras que Cachi a 2500; y en la parte más alta de este camino, en la cima de la cuesta del Obispo puede llegar a los 3400 metros. ¿Cómo evitar el mal de altura?, mascar hojas de coca, tomar mate de coca, beber mucha agua, evitar las comidas pesadas y el alcohol. Para el que maneja, no tomar pastillas de dramamine, porque producen sueño.
Comienza el camino: Roadtrip por los Valles Calchaquíes
A la salida de Salta capital hay que tomar la ruta 68 hasta El Carril en donde enfilamos por la ruta 33. A los pocos kilómetros pasamos de un paisaje verde y frondoso a otro en donde predominan las colinas, pleno de colores y matices, rojizos, ocres, naranjas, de la quebrada de Escoipe. Así hasta la base de la cuesta del Obispo.


Todo el camino de la cuesta del Obispo es de ripio y la ruta que siempre va en subida es angosta, recomendamos recorrerla con cuidado. Este camino une el valle de Lerma, con los valles Calchaquíes y a un lado se puede ver la inmensidad del valle Encantado.

En la cima el clima cambia, se hace más frío y las nubes tapan el sol. Hacemos una parada en la capilla de San Rafael, antes de seguir viaje.

Cuando empezamos el descenso, es el parque Nacional Los Cardones el que se despliega a nuestro alrededor con su belleza. Miles y miles de cactus de todos los tamaños en un paisaje desértico que parece de película. En la recta de Tin tin, tramo asfaltado de la ruta, nos detenemos a almorzar, el aire fresco, el sol, la naturaleza en estado puro.


Finalmente, por la ruta 40, pasando el pueblo de Payogasta está Cachi, oculto y misterioso entre montañas, valles y ríos. La plaza principal, con la iglesia de San José, el museo Pío Pablo Díaz, antiguas casonas bien conservadas y de fachadas blancas, calles de adoquines, algunos restaurantes con sus mesas en la vereda, paz y tranquilidad.

Nos alojamos en Hostería Cachi del Automóvil Club Argentina, ubicado a cuatro cuadras de la plaza principal, con unas vistas espectaculares del valle, con piscina, restaurante y habitaciones cómodas con wifi, aire acondicionado y desayuno incluido. Una hostería con más de 30 habitaciones, ideal para viajeros en auto o moto, familias y parejas. Tiene muy buen precio y descuentos para socios del ACA. Además tiene un buen restaurante y desayuno incluido.







Pasear por las calles alumbradas por faroles en busca de unas empanadas de carne cortada a cuchillo, quizás una porción de locro, porque está refrescando, escuchando el leve murmullo de las familias que pasean, es uno de los tantos placeres que da este pueblo mágico.

De Cachi a Cafayate por la ruta del vino

Nos subimos a nuestra camioneta para realizar el camino de Cachi a Cafayate. Andamos por la ruta 40, son unos 150 kilómetros, pero salvo en los últimos 20, toda la ruta es de ripio, también llamado “camino consolidado”.Disfrutamos de vistas que cortan el aliento en la quebrada de las Flechas, con montañas imponentes, ríos secos, diminutos poblados de casas de barro. Por momentos andamos en solitario por kilómetros, levantando polvo, viendo cómo se decoloran las colinas mientras subimos y bajamos.

Cuando empezamos a ver ordenadas filas de viñedos y bodegas, sabemos que estamos cerca de Cafayate. La vida del pueblo se da alrededor de la plaza, pueden comer en alguno de los varios restaurantes, o ir a las bodegas para hacer una cata de vinos y por supuesto degustar la gastronomía local.

De Cafayate a Salta capital: Quebrada de las Conchas


Este camino está totalmente asfaltado y se tarda unas tres horas en recorrerlo. Pero lo más lindo, es detenerse en algunas de las paradas “obligadas” de la quebrada de las Conchas como: el “Obelisco”, el “Sapo”, y los dos más imponentes, el “Anfiteatro” y “La garganta del diablo”. Cada tanto se cruzan llamas, burros, vicuñas. Todas estas formaciones rocosas de los Valles Calchaquíes se encuentran sobre la ruta o a 50 metros de la misma, por lo que no es necesario realizar desvíos. Tanto en el Anfiteatro como en la Garganta del Diablo es necesario descender del auto y caminar por el interior de la formación rocosa. No se paga entrada, está abierto al público general.


En vez de parar en la capital, decidimos hacer base en el pueblo de Guachipas, a una hora tanto de Salta como del aeropuerto. El Guachipas Hotel Boutique and Golf es un tesoro escondido en medio de la naturaleza. Tiene piscina, cancha de golf, restaurante, wifi y aire acondicionado; las habitaciones son grandes, de estilo campestre, cómodas y con hidromasaje. Un placer. Todo en el hotel está hecho con mimo, pensado hasta en el último detalle.






