Diciembre 2011
Una visita al corazón de la fiesta en Phuket. La Bang Lang Road, la calle mas loca de toda Tailandia en donde prácticamente todo está permitido.
Por la noche la ciudad explota de gente. Todos los negocios están abiertos y decenas de locales de masaje tailandés con sus equipos femeninos, esperan en sus puertas la llegada de clientes. Caminamos por un callejón que aparece en diagonal a nuestro hotel, un tanto sucio y con varios restaurantes de comida india y tailandesa. En sus puertas hombres y mujeres con los menús en las manos te invitan a pasar, te llaman, te muestran. En Phuket en cuanto uno se detiene unos segundos por el motivo que sea, instantáneamente y es difícil predecir de dónde, aparece un vendedor o una persona que por una propina nos puede dar la información que sea, la sepa o no. Como siempre tienen mucha amabilidad, hay que tener buen humor, paciencia y en caso de no necesitar el “consejo” o producto, decirlo de la mejor manera. Caminamos sin mirar el mapa, pasamos por la calle principal, la Rat Uthit Pi Road, ruidosa, llena de autos y con enormes y extravagantes hoteles ubicados junto a otros pequeños y medio derruidos. Por momentos la brisa con olor a mar se mezcla con vahos de mal olor que demuestran que las cloacas no funcionan del todo bien. Paseamos sin apuro, absorbiendo todo lo que podemos.
Llegamos a la mítica Bang Lang Road, la calle mas famosa de Patong Beach. Ancha, super ancha y colorida, de noche se convierte en una avenida peatonal y miles de personas la visitan y la recorren, tomando, riendo, sacando fotos y por supuesto visitando sus famosos cabarets.
Bang Lang Road es una verdadera calle del pecado, con decenas de cabarets y burdeles, ubicados uno junto al otro. Chicas muy lindas de todas las edades (no nos pareció que hubiera menores pero podrían ser mas jóvenes de lo que parecen), bailando en bikini sobre las barras o haciendo el show del caño iluminadas por las rojas luces de neón. Todo a la vista, nada escondido. Los travestis, conocidos como ladyboys también participan de la fiesta, bailan, se divierten y también trabajan, aquí nadie se queda afuera. En esta zona la prostitución está permitida, regulada y ampliamente aceptada y turistas noruegos, suecos, ingleses, norteamericanos y australianos entre otros, van allí en busca de sexo con las bellas tailandesas. De la Bang Lang Road salen estrechas calles que la cortan en donde se van multiplicando los bares, las discotecas y por supuesto los cabarets. Cada tanto se me acercan hombres de manera sigilosa y en voz baja me ofrecen cocaína y marihuana y demás. Cuando me ofrecen un Ping Pong mi cara de asombro lo dice todo…¿será que también hay ocio deportivo entre todo este barullo? Pues no, así llaman al show de baile erótico más alguna que otra cosita, desisto con una sonrisa y seguimos nuestro camino. Muchos de los bares tienen enormes televisores de pantalla plana en donde están emitiendo partidos de la liga inglesa mientras la cerveza se derrama en carcajadas.
Llegamos a la costanera llamada Thaweewong Road, en donde unos operarios están armando un escenario, ya que en pocos días se llevara a cabo algo así como la fiesta de la flor. La actividad no declina en Patong Beach, a nuestra derecha el mercado con puestos rebosantes de mercaderías recibe a sus clientes, del otro lado la interminable fila de puestos de comida sobre la playa te llaman con sus aromas y sabores. Enfrente los tuk tuk multicolores estacionados uno junto al otro con paciencia esperan a sus eventuales pasajeros.

Calamares grillados en puestos de comida callejera en la costanera de Patong Beach, Phuket, Tailandia

Pinchos de estómago, cotazón, hígado, etc en puestos de comida callejera en la costanera de Patong Beach, Phuket, Tailandia
Cenamos en la costanera, frente al mar oscuro con la luna que se refleja en la línea del horizonte, un pescadito cocido a la sal a la parrilla, muy bueno, con papas fritas, más bebida, todo por 330 bath. Pasadas las 12 emprendemos el regreso al hotel, la ciudad se va acallando de a poco, no así la Bang Lang Road en donde la fiesta recién empieza.