8 paraísos de bajo costo en el sudeste asiático

Cuando alguien piensa en un Paraíso, inmediatamente comienza a soñar con playas de arenas claras, palmeras y agua cálida azul, turquesa o verde. Pero a partir de allí todo lo demás es discutible y como siempre decimos: sobre gustos no hay nada escrito.

A muchos les gusta que la playa esté desierta a otros que haya algo de gente; grandes hoteles con piscina y todo all inclusive o bungalows rústicos; variedad de restaurantes, un par de chiringuitos o cenar únicamente en el hotel; bares, boliches y música o el silencio y el murmullo del mar; turistas de todas partes del mundo o mayoría de locales; posibilidades de hacer buen buceo, snorkel o trekking; o solo tomar un juguito debajo de una palmera sin moverse demasiado. Mar calmo, olas, nadar, hacer la plancha o hacer surf. Aquí les presentamos algunas propuestas para todos los gustos. Nosotros visitamos todos estos paraísos y son verdaderas bellezas y absolutamente diferentes entre ellos. Nuestra lista no tiene un orden definido, así que pueden arrancar a leerla por donde más les guste. Nos fue imposible ponernos de acuerdo en un ranking definitivo y además nos parecía injusto hacerlo, ya que sobre gustos hay mucho escrito.

Isla Boracay – Filipinas

La isla de Boracay es el destino playero más famoso de Filipinas y estamos hablando de un país que cuenta con muchas de las mejores playas del mundo. Se ubica muy cerquita de la isla de Panay (diez minutos en ferry desde el puerto de Caticlán) en la región conocida como las Visayas occidentales. Un archipiélago en la región central de Filipinas. Todo lo que se pueda agregar de White Beach su playa principal pero no la única, está de más. Palmeras, arenas blancas y agua de una claridad imponente que te atrapa por horas.

Además mucha vida nocturna, con amplia oferta de restaurantes y negocios de todo tipo a pasitos de la playa. Las habitaciones con todas las comodidades arrancan en los U$35, la doble frente al mar con baño privado, pero en los hoteles que se ubican a tan solo cuarenta o cincuenta metros se encuentran cuartos por bastante menos. La comida filipina nos gustó mucho, sobretodo su cerdo al adobo y sus langostinos salteados con ajo, estos platos a U$3 cada uno. La cerveza San Miguel mantiene el monopolio cervecero del país y cuesta U$1,5 la botella de litro en el supermercado. En los bares U$1 la botella chiquita.

Alojamientos en White Beach –  Boracay

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Islas Pulau Perhentian – Malasia

Para llegar a las islas Pulau Perhentian hay que tomarse avión o bus a la ciudad de Kota Bharu en el este de Malasia continental. De allí un bus al puerto de Kuala Besut y luego un ferry de una hora hacia una de las dos islas Perhentian. En nuestro caso elegimos la más pequeña llamada Kecil, la otra se llama Besar y posee mayor cantidad de resorts con precios más altos. En Kecil son dos las playas principales para dormir: Long Beach y Coral Bay, unidas por un lindo sendero de quince minutos que cruza la jungla de una costa a la otra. Nos quedamos en la primera con sus rústicos bungalows con ventilador a U$20 la habitación doble sobre la playa (baño compartido). La comida malaya es rica y barata no así las cervezas (U$2,5 la lata chica) que por tratarse de un país musulmán aunque moderado tiene altos impuestos y además es importada. El ambiente en la isla es tranquilo, playero y silencioso, ya que están prohibidos los medios de transporte a motor.De  noche cerca de los bares un poco más ruidoso.

La vida marina es de las más espectaculares que hemos visto en todos nuestros viajes. En Coral Bay se obtienen los mejores precios para hacer snorkel a U$10 por persona el viaje de día completo, con equipo y patas de rana incluidas. En sus playas y calitas que están al alcance de unas cuantas brazadas se pueden ver tiburones pequeños, tortugas gigantes, peces multicolores que se acercan a comer de tus manos, jibias y mucho más.

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Sihanoukville – Camboya

Sihanoukville se ubica al sur de Camboya en la Bahía de Kompung Sao a poco más de cuatro horas de bus desde la capital Phnom Penh. A llegar nos vamos directo para la playa Serendipity, una de las más famosas. Por la habitación doble a pasitos de la arena pagamos U$14. Justamente esa arena está sembrada de mesitas alumbradas con velas que llegan casi hasta la orilla. Acomodarse en esas tumbonas para cenar vieiras asadas con ajo, cebolla y un picantito secreto como entrada y luego un Red Snapper a la parrilla acompañado con papas por U$3 cada plato ¡es un placer!  La cerveza de barril cuesta  U$0,75 el chopp y los jugos de frutas frescas a U$1,5. A nuestro alrededor familias camboyanas cenan numerosas y asan su comida en pequeñas parrillas que alquilan allí mismo. Durante el día comprando una bebida, las reposeras y las sombrillas son sin costo y además prácticamente todos los locales tienen wi fi gratuito.

Imperdible el tour a las islas que rodean la costa de Sihanoukville. Nosotros hicimos el que va a la isla de Koh Rong Samloem, U$25 cada uno por el día completo con desayuno, almuerzo, snorkel y trekking. Tras dos horas de barco arribamos a un lugar de ensueño, el mar azul y planchado, la arena dorada, un puñado de bungalows bien rústicos para los que quieran quedarse (U$20 el día), al fondo palmeras y manglares para hacer caminatas antes de lanzarse al agua más clara que pueda imaginarse.

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Islas Gili – Indonesia

Las islas Gili se encuentran a poco más de tres horas (en ferry rápido) de la isla de Bali, en Indonesia. Pasamos rápidamente frente a Gili Air, la mediana, luego Gili Meno, la más pequeña y por último atracamos en Gili Trawangan, la más grande. En esta última nos quedamos. Gili Trawangan se puede recorrer completa a pie en poco más de dos horas. La isla está poblada mayoritariamente en la costa y casi todos los bares y hoteles se encuentran en la orilla que mira hacia Gili Meno.

Como no están permitidos los vehículos a motor se utilizan bicicletas y coloridos y ruidosos carritos tirados por caballos. Hay varios hoteles de bajo costo frente a la playa y los precios van de U$15 a U$20 en cuartos con baño privado y a/c. Paz, playas con muy poca gente; la música de reggae que se mezcla con la que sale de los altavoces de la mezquita; mar de perfecto azul tricolor profundo; botes con patas de araña que se mecen en la orilla y buena cerveza helada para mitigar el calor.

Por la noche es un placer caminar en Gili por esas callecitas en donde se escuchan risas y música y el chocar de los cubiertos y las olas que pegan contra la costa. Pero todo esto en un murmullo, nada de estridencias, no hay embotellamientos ni aglomeraciones. El mercadito de noche, a pocos metros de la playa tiene varias filas de tablones que hacen las veces de mesas con sus respectivos bancos y alrededor varios puestos de delicias marinas a muy buen precio, entre  U$3 y U$4 los platos con pulpo, pescado o langostinos.

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Islas Phi Phi – Tailandia

El ferry lento tarda cerca de dos horas en llegar a Phi Phi Don, una de las islas más famosas de Tailandia y del mundo, desde la isla de Phuket. Phi Phi Leh la de la película de Leo Di Caprio se puede visitar sólo durante el día. Se llena de turistas y es difícil sacar una foto pero sigue siendo maravillosa.

Nos bajamos en el populoso puerto de Phi Phi  del lado de la bahía de Ton Sai, con mucha gente llegando y saliendo. Del otro bahía de Loh Dalum la más playera y con ambiente de fiesta mochilera eterna. Así es Phi Phi se la toma o se la deja. A nosotros nos gustan sus calles angostas e intrincadas, todas peatonales, de baldosas rotas y carros y bicicletas apuradas.

Cuando queremos que el silencio nos acompañe dejamos de lado la bahía de Loh Dalum y nos vamos para otras playas con aguas un poco más profundas. Como Long beach, pasando la mezquita y cruzando por hermosas y desiertas playitas que dan a escarpadas subidas entre árboles y cabañitas. En Phi Phi elegimos un hotel alejado de la música fuerte que en Loh Dalum suena de lunes a lunes hasta tarde. Nos cuesta U$14 el cuarto doble con ventilador y baño privado. Para comer hay para todos los gustos. Desde buenas pastas a U$3,3 hasta fideos fritos salteados con pollo a U$3,2 o sandwiches de atún a U$ 2,6. La cerveza de 600 cm3 Leo a casi U$2.

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El Nido – Filipinas

Para llegar a El Nido hay que volar a Puerto Princesa la capital de la isla de Palawan y desde allí tomarse una minivan de seis horas hasta el pequeño pueblo costero. La playa es chica, tranquila y agreste, con un puñado de hoteles y restaurantes. Saliendo de la calle principal se puede ver la vida de los filipinos con sus puestos de verduras y pescados, sus casas de madera, su iglesia y su campito de deportes.

El tesoro escondido y paradisíaco está en las excursiones que salen de El Nido hacia las islas. Son cuatro A, B, C y D. Elijan la que quieran. Nosotros arrancamos por el A y pagamos unos 20 dólares cada uno por el tour con todo incluido (los precios de los cuatro son similares). Aguas transparentes, playas escondidas, cavernas que dan a espejos de agua, snorkel con miles de peces. Una experiencia mágica de naturaleza pura, impresionante.

Para introducirse en El Nido tropical y llegar hasta la desierta playa de Nacpan se puede alquilar moto por 9U$ el día (se devuelve a la noche). En este caso el premio también está en el viaje por rutas de tierra roja, altas palmeras, cebúes arando el campo, puentes de madera y decenas de lugareños que nos saludan cuando pasamos.

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Nha trang – Vietnam

Nha trang se ubica a 500 kilómetros de Ho Chi Min (Saigón) y a más de 1000 de Hanoi la capital de Vietnam. Es una linda ciudad balnearia con unos trescientos mil habitantes, con largas playas, buen clima, gran capacidad hotelera y variedad de cocina vietnamita e internacional, además de un animado mercado con comida rica y barata. La costanera es amplia y prolija y por momentos hace acordar a la de Mar del Plata con sus grandes torres que miran al mar. Nos alojamos en un coqueto hotel hecho a nuevo en uno de los tantos intrincados callejones de la ciudad por U$14 la noche con todas las comodidades.  Además queda a solo tres cuadras de la playa.

[P]ero para que se termine de convertir en un verdadero paraíso hay que hacer el tour a las cuatro islas. Son baratos, U$8 por persona, pero las entradas a todas las islas se pagan aparte (U$1 o U$2 no más). En nuestro barco hay pasajeros de todas partes del mundo, rusos, vietnamitas, coreanos, alemanes, suecos, ingleses y chilenos. Vamos parando en islitas desiertas y rocosas como Mun island o Mot island en donde nadamos en mar abierto y hacemos snorkel mientras improvisan una barra “flotante” y todo el mundo a tomar un traguito, allí mismo en el medio de la mar. La última parada es Tranh island, pequeña isla en donde grupos de vietnamitas que andan de picnic te invitan a compartir su comida.

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Isla Koh Lanta – Tailandia

Koh Lanta es una de las grandes islas tailandesas pero que todavía se mantiene bastante rústica, indómita y con menor cantidad de visitantes. También cuenta con todo lo que los destinos turísticos tailandeses proponen: buenos hoteles,  pad thai con mariscos a U$3, cerveza helada Chang de 630 cm3 a U$2 y arroz frito con langostinos a U$2,5. La isla se encuentra enfrente de Krabi en el mar de Andamán y a una hora de ferry de las islas de Phi Phi o Phuket.

No hay nada mejor que alquilar un ciclomotor entre U$6 y U$8 el día por 24 hs. y salir a dar vueltas por esas calles angostas repletas de palmeras en donde hasta te podés encontrar elefantes comiendo a la vera del camino. Y por supuesto detenerse en playas desiertas que hace tiempo que nadie recorre, las hay rocosas, anchas, con árboles, con palmeras. Las hay tan rústicas que en sus arenas se pueden ver restos de viejos navíos que ha traído la marea. En fin, las hay para todos los gustos. Aquí nos alojamos en una cabaña encantadora frente a la piscina, en el muy recomendable hotel Escape Cabines en Long Beach llamada también Phra ae beach. Los ferrys arriban al puerto de Saladam, la primera y más concurrida playa es Klong Dao, la siguiente es la indómita y extensa Long Beach.