Naturaleza, animales en libertad, historias, leyendas y gastronomía en la provincia de Corrientes. Las nuevas experiencias de Airbnb con locales en los Esteros del Iberá son una excelente manera de conocer los destinos de la mano de quienes más los conocen: sus pobladores.
Cierro los ojos mientras la dulce voz de Diana me cuenta la historia de coraje y transformación de su pueblo y sus protagonistas. La acompañan la alegre cadencia del bandoneón de Jesús, su hermano y los acordes nostálgicos de una guitarra en las manos de su padre José Ramón. Corrientes es chamamé, el chamamé es Corrientes. Estoy en Colonia Carlos Pellegrini, en el corazón de los Esteros del Iberá.
“Soy magia de este pueblo que despertó
Entre juncal embalsamado, se ilusionó
Esperanza y desafío, grandeza, cambio y destino
Y en él fui una canoa abriendo caminos.
…
Soy Iberá milenario, cantándole al tiempo nuevo
Soy un pueblo hermanado, patria vamos haciendo”
Desde mediados de 2019 Airbnb y la ONG The Conservation Land Trust CLT están llevando a cabo un proyecto conjunto para promover distintas experiencias de impacto social en los Esteros del Iberá. Los objetivos son contribuir al desarrollo económico y social de la comunidad; y que todos los viajeros puedan descubrir la región a través de la mirada de los locales, de su cultura, costumbres y gastronomía.
Además también están trabajando en la categoría de Experiencias con animales que permiten a los turistas relacionarse con animales en libertad de manera respetuosa en áreas protegidas, siendo observadores cuidadosos del ecosistema. CLT trabaja activamente en la zona desde hace varios años con proyectos de reintroducción de especies como el oso hormiguero, el yaguareté y el guacayamo.
+ ¿Qué son los Esteros del Iberá?
Formalmente se llama Parque Iberá y está conformado por el Parque Nacional Iberá y el Parque Provincial Iberá y a su alrededor se desarrolla la vida de 10 municipios diferentes. La Reserva Natural Iberá cuenta con 1 millón 300 mil hectáreas y es 70% agua en forma de ríos, arroyos, lagunas, bañados y esteros.

Nosotros ya habíamos visitado los Esteros del Iberá en un roadtrip por el Litoral en 2017, en esa ocasión lo hicimos desde Ituzaingó, el acceso más al norte de la provincia de Corrientes. Esta vez la puerta de entrada fue desde Colonia Carlos Pellegrini, al este de la provincia y a orillas de la Laguna Iberá.
Lo interesante de los Esteros además de su biodiversidad es la gran extensión que ocupan y la posibilidad de elegir alguno de los 9 portales que posee; es decir las ciudades o pueblos que son las puertas de entrada al Parque Iberá. Cada portal tiene su encanto, su facilidad/dificultad de llegada y sus características que los hacen únicos.
La Colonia Carlos Pellegrini, es un pueblo de 900 habitantes que resurgió gracias al turismo y que cuenta con el portal de acceso Laguna Iberá. Una primera mirada de los Esteros desde el cielo aprovechando el viaje en avioneta desde Posadas me mostró la inmensidad del lugar, los colores, la fauna, la impactante vegetación.


+ Experiencias en Colonia Carlos Pellegrini, portal Laguna Iberá
Experiencia 1: A cocinar chipá mbocá con Romina
En Colonia Carlos Pellegrini los restaurantes se llaman comedores y son empresas familiares y con mucho sabor local, no esperemos lujos, sino calidez, sonrisas, pausas, miradas tímidas y también paciencia. En este pueblo tenemos que dejar el apuro atrás y bajar el acelere, y les aseguro que no resulta difícil acostumbrarse al ritmo de siestas, naturaleza, contemplación y el acercamiento a la cultura mestiza correntina-guaraní. Por momentos no hay conexión a internet, lo que podría ser un inconveniente es también una oportunidad de concentrarnos y dejar de lado la tecnología.
Romina Farinón nos recibió para la primera experiencia en el comedor “Los Amigos”, el más antiguo del pueblo y donde desde chica aprendió a cocinar observando a su madre. -Di los primeros pasos en la cocina a los 8 años, observando a mi madre que era dueña de uno de los primeros comedores de la ciudad, y también probando recetas para mis hermanos.
Cuando las recetas se pasan de generación en generación tienen mejor sabor. No lo dice la ciencia, lo dice el corazón.

La mesa está preparada en el quincho bajo una parra, el calor de Corrientes en noviembre se hace sentir. En el jardín dos niños juegan al fútbol, descalzos con una pelota a medio inflar, o a medio desinflar según se lo mire. Hay olor a humo del rico, del de la madera recién juntada. Sobre la mesa nos espera un triplete infaltable: mate cocido, mate amargo y jarras de agua con menta y limón mandarina; y una de las especialidades de la casa: budines de yerba mate.

Pasamos a la acción, vamos a aprender a cocinar chipá mbocá, a la manera autóctona. Los ingredientes que necesitamos son: harina de mandioca, queso, manteca, huevo, leche y sal. Con tonada suave, ojos brillosos, y sonrisa tímida con hoyuelos, Romina empieza a contarnos su historia y la de la comida. Se la escucha nerviosa al principio, pero cuando toma en sus manos la caña tacuara, su saber se adueña del momento. -Hay que envolver la masa en la tacuara, tiene que quedar pareja porque si queda demasiado finita, se quiebra, nos aconseja. Me siento en un banquito de hierro con mi tacuara en mano, cocino el chipá haciendo girar la caña sobre brasas encendidas. -Son 10 minutos, hasta que esté dorada, me dice. ¡Mamá, sé cocinar! Más bien, debería ser… sé comer, porque mi chipá mbocá quedó delicioso, calentito y sabroso.

Receta de chipá mbocá
1 kilo de harina de mandioca
1 cucharada sopera de sal
200 gramos de manteca
500 gramos de queso
4 huevos
Leche para unir la masa (cantidad necesaria)
Romina forma parte de un grupo llamado Red de Cocineros populares del Iberá que junto a la ayuda de CLT y el INTA se organizaron para ofrecer al turismo experiencias gastronómicas con productos locales y de estación.
+ Experiencia 2: Experiencia con animales en la laguna Iberá
Y no podía faltar ¿no? Si hablamos de los Esteros del Iberá (aguas brillantes en guaraní), los animales son protagonistas absolutos y la mejor forma de acercarnos a ellos de forma respetuosa es acompañados por un guía ya sea en lancha o a pie por los senderos de la reserva.
Maxi, nuestro guía nos invita a subir a una lancha bien tempranito por la mañana (para evitar el calor) el paseo tiene 2 horas de duración por la laguna Iberá y el arroyo Miriñay. A medida que avanzamos sin encender el motor, solo con el botador (remo) entre embalsados y camalotales, se respira paz y naturaleza. Embadurnada en protector solar, con gorra, repelente, termo de agua fría e infaltable equipo fotográfico me dispongo a deleitarme con la belleza de la naturaleza. Salimos desde el camping municipal y en la lancha vamos 9 personas: Agus, periodista gastronómica, Lu periodista y creadora de Mundography; Belu, Sole, Leila, Lu y Emi del equipo de Airbnb.


Nuestro guía no solo es un experto en la región, sino también la tiene super clara con las necesidades fotográficas y de video del contingente. ¿Quién no quiere lograr la foto más linda? Siempre ubica la lancha de la mejor forma para que el animal no se siente amenazado y al mismo tiempo para que podamos aprovechar el encuadre, la mejor luz solar; o hasta tratando de encontrar en medio de los arroyos “la” foto del ciervo de los pantanos tomando agua con el pajarito en el lomo. Y sí, los periodistas somos así.

¿Qué animales podremos ver en los Esteros? Desde que Iberá se considera área natural protegida se trabaja mucho en la conservación de especies autóctonas. Por eso hoy podemos ver carpinchos, yacarés y ciervos de los pantanos además de variedad de aves. Con el aporte de CLT hace poco lograron la reintroducción del oso hormiguero, pero andan bien escondidos por ahora. Los yaguaretés que se encuentran en peligro de extinción, también están en un proceso de protección y reinserción para aumentar su población.
Es que hasta no hace mucho tiempo existían los “mariscadores” pobladores locales que vivían de la venta de pieles de yacaré, carpincho y yaguareté. Con tiempo, trabajo y educación, se ha logrado que muchos de sus descendientes sean los actuales guardaparques, encargados de la protección de estas especies.

Nos adentramos en el arroyo Miriñay y de repente, un grito de emoción -¡Ahí, asomando la cabeza sobre el agua!. Y aparece el primer yacaré overo de los muchos que veremos en las 2 horas de navegación. Causa un poco de miedito verlo, Maxi nos cuenta que pueden medir hasta 3 metros de largo, pero que bajo el agua, no nos damos cuenta de su tamaño real. -El Yacaré es generalmente de hábito solitario, es un reptil carnívoro, principalmente come peces como palometas y tarariras; también aves y pequeños mamíferos como las crías de los carpinchos o de las nutrias. Avanzamos y aparece otro, como petrificado, tomando sol entre los camalotes. Abre su boca, interminable la fila de dientes, no nos está sonriendo ni nos quiere comer, es tan solo que -los yacaré abren la boca para regular su temperatura corporal, nos asegura el guía.

El otro papel protagónico se lo llevan los carpinchos. -El carpincho es el roedor más grande del mundo, puede llegar a pesar entre 50 y 60 kilos, es herbívoro y forma grupos numerosos compuestos por un macho y varias hembras. El carpincho macho es fácil de reconocer por una glándula en su nariz (que parece un grano gigante, je). Los vemos en manadas, adultos y recién nacidos, alegres chapoteando en el lodo. Están tranquilos ante la ausencia del yaguareté, uno de sus enemigos naturales.

Entre camalotes y flores violetas atracamos en un llano. El ojo conocedor de Maxi divisó la tercera atracción de la jornada: el ciervo de los pantanos. Nos recomienda bajar la voz y no acercarnos de forma directa, si no rodearlo para que no se asuste y poder observarlo de frente; y sacarle la mejor foto. -El ciervo de los pantanos también es de hábitos solitarios, son los animales menos numerosos del lugar debido a que la hembra tiene una sola cría al año y su período de gestación dura 9 meses.

Iberá es el destino elegido por observadores de aves del mundo entero. Las más de 400 especies presentes en la zona, entre las que se encuentran poblaciones de especies en peligro de extinción como el Cardenal amarillo, la Monjita dominicana y el Yetapá de collar, lo convierten en el punto de encuentro de especialistas. Yo, que no sé nada de aves, me contento con ver federales, un chajá, algunas garzas blancas y mi descubrimiento preferido, la Jacana, que camina sobre la vegetación acuática sin hundirse gracias a sus patas y dedos largos y finitos.

Loca por los animales, me doy por satisfecha, vi todo lo que quería y más. Aunque un osito hormiguero no hubiera estado nada mal.
+ Experiencia 3 – Trekking safari con Nico
Si la excursión en lancha es “la” experiencia indispensable, un excelente complemento es hacer un trekking a pie por los senderos de la reserva. Nico es guía certificado, pero no es oriundo de Carlos Pellegrini sino de la provincia de San Juan. Dos amores le cambiaron la vida. Todo empezó con su trabajo en proyectos de reintroducción de especies en el área de Rewilding de CLT y el otro, que se enamoró de Diana y su melodía.


Es enorme el esfuerzo que se necesita para lograr que animales que nacieron en cautiverio puedan regresar a su hábitat natural. Hay que enseñarles a volar, a cazar y a detectar cuáles son sus predadores. La experiencia comienza con una visita guiada por el sendero Cerrito, dentro del Parque Provincial Iberá. -En el área de la Reserva, en silencio y con los ojos abiertos, intentaremos sorprender a los monos antes de que nos vean, nos avisa el guía.
¡Sí, vimos monos aulladores entre los árboles! El sendero es de fácil acceso y no tiene gran dificultad, hay que intentar no hacer ruido y aprovechar las pasarelas y miradores para continuar con el avistaje de aves, ciervos de los pantanos, carpinchos y yacarés. La mejor hora en este caso es el atardecer.

Después de la caminata Nico nos tenía preparada una sorpresa, el lugar ideal para ver el atardecer sobre la laguna Iberá con merienda casera: mate, alfajores de harina de mandioca con dulce de leche y budines de yerba mate. Sin dudas eligió el mejor lugar.


+ Experiencia 4: Chamamé y los Fretes de Iberá

Y cerramos estos dos días de experiencias en Carlos Pellegrini en la casa de Diana y su familia, los Fretes. Entre chamamés, empanadas caseras e historias aprendimos sobre la tradición de los mariscadores, el mestizaje de culturas y las anécdotas de la vida de pueblo. Fue una noche mágica en la noche correntina, bajo las estrellas, a media luz. Todos en silencio y un trío familiar de voz, guitarra y acordeón, desgranando historias en las letras de sus canciones. La música, el vino, las empanadas hechas con amor, las sonrisas, la nostalgia. “Pellegrini de Iberá Historias de un pueblo a orillas de aguas que brillan” se llama el show y como dice Diana -un sueño narrado en presente, un recordatorio de lo que nos identifica.


Diana forma parte del proyecto Guías Culturales que consistió en capacitar a 26 mujeres del pueblo que se transformaron en periodistas y aprendieron sobre las artes del storytelling. El objetivo era recuperar esas historias y tradiciones que con el paso de tiempo se habían ido perdiendo o podían extraviarse en un futuro. Entonces durante varios meses realizaron entrevistas a los pobladores más ancianos, enciclopedias vivientes y lograron un rescate de la memoria colectiva. Actualmente hay 6 guías culturales y publicaron un libro con todo el material obtenido. Recorrimos el pueblo junto a Marilyn, una de ellas, y nos contó historias y leyendas como la de los séptimos hijos varones convertidos en lobizones, la de San Ramón Neonato y las de cazadores de la zona, conocidos como mariscadores.
Agradecemos a Belén y Soledad de Airbnb y Hada y Sofía de CLT por la invitación para conocer la Colonia Carlos Pellegrini y los Esteros del Iberá.
Me encantan todas las fotos que sacaste! Sos alta fotógrafa
gracias!!!!